𝐈 : ( 9:32 PM)

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Cuando el mundo se te caía a pedazos, cuando ya nada más quedaba, solo las lágrimas, los recuerdos y el dolor... Es ahí cuando te ves en el reflejo de los azulejos de la cocina de tu casa, ves tú rostro lleno de angustia, ves las bolsas bajo tus ojos y las mejillas empapadas y te preguntas:

¿En qué falle?

Cuando Kim DongYoung se casó con Jung JaeHyun se prometió ser feliz, se prometió sonreír cada día al despertar y besar a su esposo antes de irse a dormir.

Se prometió cuidar del menor y todo lo que eso conllevaba, mimarlo, convencerlo de no escuchar cuando la gente decía que tenía sobre peso, adorarlo...

Y lo hizo, lo hizo cada día que pudo, aún estando cansado por el trabajo y sus estudios, aún con todo lo que llevaba ser una pareja recién casada, esperando un bebé.

Habían discutido sobre aquello antes de casarse, una disputa amistosa, llena de risas, besos y con ambos poniendo pequeñas almohadas en sus panzas para ver quien se vería mejor con un embarazo.

JaeHyun se veía muy entusiasmado por ello, saltando por todos lados, balbuceando nombres de bebés cuando estaba cayendo del sueño, así que DoYoung le concedió el deseo, y acepto que el rubio fuera el que portará a ese bebe, era lo bueno de ser versátiles, disfrutaban mucho tener un poco de ambos mundos y estaban dispuestos a embarazarse una vez cada uno.

Intentaron un par de veces, luego de la tercera, Kim comenzó a notar los cambios en el menor.

Lo veía más dulce, más cuidadoso y muy comilón. Se llenó de ternura al encontrarlo sentando sobre la isleta de la cocina con un pote de helado en sus brazos y las mejillas llenas de galletas.

DoYoung salió en medio de la noche a alguna farmacia para comprar un test y ahorrarle a su esposo la ansiedad de esperar hasta que sea de día, compro seis de distintas marcas y los llevo a casa.

Abrazo con fuerza a su esposo por la espalda sin alejar su vista de los seis palitos, sintiendo las suaves mejillas del menor estirarse con una gran sonrisa. Las manos de ambos se unieron en el vientre del más alto y JaeHyun hablo;

"- Gracias por esto, Doie...- Murmuró con su dulce y melódica voz, mirando con ojos llenos de amor a su esposo.- Se que es algo complicado con nuestra situación y tus estudios pero yo... Yo realmente quiero ser papá.

- Lo sé, WooJae y espero que tú sepas que yo haría lo que sea por hacerte feliz."

El haría lo que sea por hacer a YoonOh feliz, el hizo todo lo que pudo por hacerlo feliz.

Entonces... ¿Por qué JaeHyun le hizo eso?

¿Por qué todo no fue suficiente?

Sabia que no había podido protegerlo a él ni a su bebe, que no había podido hacer nada para evitar que JaeHyun perdiera el embarazo a los tres meses.

No había podido hacer nada mas que llorar al ver al amor de su vida tan destrozado en ese momento. No pudo hacer nada para evitar que se rompiera y que lo único que lo devolviera a la vida fuera el nacimiento de JungWoo.

DoYoung sabía que no había sido perfecto, y mejoraba cada vez que podía pero aún así...

Aún así vio ese mensaje, cinco años después de haber perdido su bebé y cuatro desde que Woo había llegado como un milagro, brillando en el teléfono de su esposo y destrozando su corazón.

"Voy a tener un bebé, es tuyo."

Adjuntado a una imagen de un test positivo que dejó el mundo de DoYoung en pedazos.

El también estaba esperando un bebé de su esposo, su pequeño demonio que nunca se cansaba de joderlo desde su vientre, YoonOh lo había jodido tanto para tener otro bebé y el había aceptado por que amaba a su esposo más que cualquier otra cosa, y creía que era recíproco.

Pero aquella imagen le aclaraba que no, le decía a gritos que era un idiota, que todo lo que había hecho por el no era suficiente.

YoonOh estaba en el primer piso de la casa, junto a JungWoo, su primer bebé de cuatro años. Tenía al segundo en su vientre, esperando por salir.

Tenía a un hombre que lo había engañado en su casa, mientras el cortaba los vegetales, tenía al tipo que lo había traicionado jugando con muñecos en el piso de arriba.

Tenía al hombre al que le había dado todo de si, y del cual recibió esto a cambio.

El no quería hijos, tuvo dos para complacer al menor, pero el es quien los cuida las veinticuatro horas, quien los cura cuando enferman, el idiota que se queda en casa esperando a su esposo con la cena servida, lo que nunca quiso ser, lo fue por amor a JaeHyun.

Y así le pagaba, así le pagaba ese hijo de puta.

Engañándolo, no solo eso, embarazando a su amante y arruinando no solo su vida, si no que la de sus hijos.

Ellos no habían hecho nada para merecer eso, el quizás... Quizás por no poder hacer que JaeHyun quedará embarazado otra vez como el tanto quería, por no poder darle los que deseaba había buscado otra persona.

¿Era por eso? Pero si por lo que veía su amante tampoco había logrado concederle ese sueño al castaño ¿Por qué era? ¿Qué empujó al hombre que más amo a hacerle eso? A clavarle un puñal por la espalda, traicionarlo de la peor manera, gritándole en silencio que no era suficiente, que no le servía más.

Que no era mejor que Lee TaeYong.

¿O debería decirle Seo TaeYong?

Porque hasta donde el sabia estaba comprometido con el mejor amigo de YoonOh, Seo Johnny.

Eso fue algo que le causó otra gran sorpresa ¿Traicionar a su mejor amigo? ¿A YoungHo? De esa forma, haciendo algo que jamás podría olvidar, y que quizás no podría saber.

No, definitivamente tenía que hacérselo saber ¿Y si TaeYong quería hacerle creer que era hijo suyo?

¿Por qué TaeYong haría eso? Fue otra pregunta que se cruzó por su mente mientras acariciaba su vientre intentando calmar sus náuseas.

TaeYong tenía todo, tenía dos hijos muy hermosos y un esposo maravilloso, dinero para pagar todos sus caprichos y tenía que admitir que Johnny era demasiado guapo como para engañarlo con otra persona.

Y YoonOh, YoonOh era lo más hermoso que el había visto hasta que JungWoo llegó al mundo. Con esos ojitos cafés que lo llevaban al cielo, con esas mejillas que se sonrojaban con tanta facilidad, con esa sonrisa que le estallaba el corazón y con una voz que lo calmaba hasta en sus más duras tormentas.

Pero eso pensaba el, por que estaba enamorado de YoonOh ¿Acaso TaeYong lo estaba? ¿Acaso el pensaba que llegaba al cielo cada vez que JaeHyun aparecía?

¿Acaso TaeYong también amaba a su YoonOh de la forma que el lo amaba? Con una loca pasión, con todo lo que tenía.

¿Acaso TaeYong podría amar a su WooJae de la forma que el lo amo? De la forma en que el aún lo amaba y la que lo ¿Amara?

¿Tenía permitido seguir amándolo? ¿Su corazón no iba a luchar contra eso? ¿Iba a seguir amando a alguien que le hizo eso?

Porque aunque no quería creerlo, JaeHyun lo hizo, lo engaño.

No, no debía amarlo ¡No era lo correcto! No estaba bien seguir amando a alguien que lo trato de esa forma, como si no fuera suficiente...

- ¿Conejito?.

La dulce voz de su esposo le indico que se acercaba, bajando por las escaleras y caminado hacia la cocina estaba el, con su tierna sonrisa, con su pequeño niño riendo en brazos, con ojos llenos de ¿Amor? ¿Podía llamar así a aquel destello que brillaba en los ojos de su amado mientras esté se acercaba y ponía su mano libre sobre su vientre, despertando al emocionado bebé que llevaba dentro?

- ¿Te sientes bien?.- La pregunta vino acompañada de una suave caricia en su panza.

DoYoung se quedó callado, y fingiendo una sonrisa asintió.

Back to You (AM 01:27)  [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora