¿Los acosadores vienen con los amigos?

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Y finalmente he venido a publicar, después de reescribir como 2 veces el capítulo, nunca me gustaba como iba, hasta que decidí partirlo mejor en 2, lo que es el siguiente capítulo aún sigue sin convencerme del todo, así que decidí no retrasarlo más.

Perdón por la espera y espero que disfruten el capítulo.

P.S: Hay una sorpresa en el final.

Sentía que estaba en movimiento. Sin abrir los ojos sabía que me movía pero el ruido que escuchaba era extraño. Varias voces, hablando al mismo tiempo, me traían a la consciencia, más una en especial que estaba demasiado cerca.

-¿Me estás escuchando?

Cuando abrí los ojos me di cuenta de que estaba en medio de un autobús, lleno de varios chicos de mi edad, probablemente, hablando entre ellos con gran escándalo.

Una mano pasó en frente mío mientras la misma pregunta se me hacía de nuevo. Voltee y encontré a la persona de la que venía la voz. Una chica morena estaba sentada a la par mía, aún moviendo su mano frente a mi cara, en un intento de ver si había salido de mi burbuja, o para ver si al fin había despertado.

-Te escucho...

Empecé a pestañear, tratando de aclarar más mi vista, y pude ver mejor el escándalo que se estaba haciendo alrededor mío, sorprendiéndome de cómo había podido llegar a dormirme en medio de todo.

-Esta vez se superó quedándose en su propio mundo. Dormir en medio de todo este escándalo no lo hace cualquiera.

No había caído en cuenta como un... ¿duende? No, este chico había estado mirándome todo el rato. Su sonrisa y ese brillo en sus ojos me indicaba que había planeado algo que acabaría muy bien o siendo un completo desastre.

-Tal vez y solo se quedó pensando en cómo aceptar la invitación que le hice de pasar una noche en mi dormitorio.

Un gruñido de parte de la chica a mi lado, que debo decir tiene un curioso estilo de peinado, y unos ojos aún más extraños, y del chico sonriente me hizo fijarme en que el compañero de asiento de este último, mismo que ahora también se unía a la conversación.

-Percy no aceptará tu invitación para una de esas noches-. La chica me atrajo hacia ella en un abrazo protector, cosa que me hizo sentir raro e incómodo por sentir sus pechos... definitivamente prefiero algo más masculino, eso sin dudas.

-Tendría que estar muerto para dejar que vaya a tu habitación mi hermano del alma-. El chico latino le decía al azabache con el que compartía asiento, con una mirada de enojo que el contrario se la devolvía con una sonrisa llena de malicia.

-Eso puede arreglarse rápido, Valdez-. Bien, lo admito. Este chico aún con esa sonrisa y esos tormentosos ojos se me hacía algo atractivo-. Aunque así también tendríamos tu cuarto disponible.

-Sobre mi cadáver le harás algo a Percy.

-Prefiero sobre tu cama. No tengo fetiches tan enfermos como el que mencionas.

No soy tan distraído o ciego como para saber que este chico desea acostarse conmigo. Es más, hasta tengo algunos fugaces recuerdos de cómo se me acercaba cuando me encontraba solo solo para intentar seducirme y lograr su objetivo.

Tal vez si no se le marcara tanto en sus ojos que solo quiere un revolcón ocasional conmigo...

-Tendrás que matarme a mí también, Dylan-. Aseguró mi... ¿compañera? ¿Amiga? ¿Protectora?

Me estoy sintiendo como un pez fuera del agua con todo esto. Estoy seguro que... que... ¿de qué estaba seguro?

-¡¿Y ustedes 3 que tanto están hablando?!- Un hombre, algo pequeño y con una cara de muy pocos amigos, había aparecido-. ¿Y tú quién eres?

Nacido para lucharDonde viven las historias. Descúbrelo ahora