Bro • 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄

OO6

Apenas el avión aterrizó y ellos llegaron al lugar donde se hospedarían Jeon no dudo en ir hacia su novio.

Sentía todos los sentimientos que kim esta teniendo en ese momento y dolía, el dolor se extendía por todo él al saber que su chico estaba mal, que lo habían dejado mal.

Los medios, la prensa y los televisivos ya estaban expandiendo el tema como si fuera una tormenta de criticas hacia su "mala" acción, porque obviamente eran pocos lo que decían la verdad.

—¿Estas bien? —Lo llamarían exagerado, pero no lo era, lo sabía. No es fácil, no es tan simple como todos lo ven.

La ansiedad que genera esa situación en su día a día es mucho más notable al pasar del tiempo, las personas lo seguían ignorando, por supuesto que sí. Era lo único que hacían respecto a estos temas.
Nunca pensaban en la vida personal de las personas, se consumían ellos mismos con su fanatismo extremo a tal punto de dañas a la persona que según ellos amaban. JungKook no los entendía, amaba a su fandom, amaba a sus fans pero ellas no entendían eso, no sabían lo que es el amor.

—Por supuesto, eso creo —Susurró TaeHyung, la habitación era espaciosa y era para ellos, silenciosa y simple aunque un poco oscura.  TaeHyung le tenía miedo a lo que había en la oscuridad, por eso nunca podía dormir solo sin tener al menos una lucecita prendida. —Lo siento, ahora estarán hablando de esto por un tiempo.

—Para nada es tu culpa, la gente no tiene mejores cosas que hacer que acosar a otros. Incluso frente de muchas personas, ese hombre está perdido. —Hablaba en serió, no dejaría que las cosas queden así, conocían su rostro, miles de personas lo hacían. Hablaría con la empresa sobre la situación y llevarían esto a lo político. Como debía ser, como todas las empresas que ignoran el acoso hacia sus artistas deberían hacer.

TaeHyung entonces solto el aire que sus pulmones retenían y un sollozó apenas audible se escucho, su exaltación se vio cortada por el mismo y sin más su cabeza cayó en el hombro de su chico. Se sentía mal, se sentía sucio.
No es algo simple, lo entendía, y lloraría por esas personas que viven a diario porque era algo horrible que nadie merecía. Ni hombres, ni mujeres, ni niños o niñas, nadie merecía tanta mierda de el mundo.

—Ésta bien, puedes liberalo bebé —Abrazó a Kim por la cintura, dejando que su rostro quede en la curva de su cuello. No tardó mucho en levantarlo del piso y caminar con él en sus brazos hacia la cama.

Se acurrucaron, lloraron, se besaron, mimaron y cuando todo estaba hecho se sumergieron en el sueño, con sus manos entrelazadas y sus corazones tibios y satisfechos.

A pesar de todo lo malo, siempre se encontraban para lo bueno, incluso en situaciones horrorosas ellos se amaban, y su amor los amaba.

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SIN EDITAR
NI UN POCO