capítulo 3

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Sentir el filoso artefacto, undirse
sobre la piel de una de las personas más repugnante del mundo, es tan placentero, llenandome de una alegría inexplicable.

Ver el sufrimiento, el dolor y miedo en el rostro de James, me han dado más ganas de seguir con los cortes, trazando unas líneas por todo su cuerpo, dejando ver el brote de sangre.

- Vamos, No te duermas -digo al ver que está mareado por la pérdida de sangre- no he terminado y tú ya quieres cerrar los ojos -"Ojos. Sé vería tan bien la navaja en ellos".

Sin pensarlo dos veces, le incruste la navaja sobre su ojo izquierdo, James al sentirlo, gritó, gritó como nunca, como si pareciera que desgarro su garganta.

Ese grito, fue como una pequeña descarga eléctrica que invadió todo mi cuerpo, llenando de energía para más.
Repetí la misma acción con el derecho, y otra vez el grito desgarrador.

La sangre que brota por las cuencas, fue poesía, tan hermoso y tan espléndido.

Empecé a girar la navaja, tratando de sacar la bala ocular de su lugar.

- ¡AH! -se queja James- va-vasta, por favor.

Salió un pequeño susurro de su boca.

- James, ¿Por qué no sonríes? -digo- siempre has presumido tu sonrisa, con tu arrogancia. ¡Vamos!, sonríe.

No recibí respuesta alguna, sólo un meneo de cabeza.

- ¿Quieres por la buena o por las malas? -lo tomó por el cabello, su respuesta sólo fue un gemido de dolor.

Me encojo de hombros, tomando con fuerza los cabellos rubios con mi mano derecha y con la otra mi espléndida navaja.

Trazando una línea curva desde la comisura hasta su mejilla ensangrentada.

La sangre se escurria aún más, empapandolo por completo, dejando un pequeño charco de sangre bajo sus pies.
Llevo el filo hacia la garganta cortandola, para así acabar con la poca vida que tenía.

"Ya no la vas a volver a tocar" -pienso- "Pequeña niña, ya no te tocará más".

Observo, como la sangre brota de su cuello, es impresionante.

- Listo -digo finalmente, observando a mis amigos, quien sólo se mantuvieron callados observando todo.

- Estuviste genial -dice Fraderick- ¿Hace cuanto empezaste a matar a personas?.

- ¿Estas loco?, antes de las vacaciones he matado a un par -la sonrisa de Ben es de orgullo- antes de que Ben viajará.

- Él se había ido antes, es por eso la impresión -dice Ben acercándose a mi- estuviste maravillosa -acomoda un mechón de cabello tras mi oreja- un maravilla delante de mis ojos -su mirada directa a la mía, acercando su rostro al mío, para luego unir nuestros labios.

El carraspeo de mi prima hace que nos separemos.

- En la habitación está tu ropa -apunta- puedes cambiarte o enjugar tu cuerpo, el olor a sangre se siente -hace una mueca con sus labios y nariz- tu navaja -la mira- damela, la limpiare.

El fuego quemando el cuerpo inerte de James era espléndida, quemando y carbonizando cada parte de su asqueroso ser crugiendo cada articulación.

Nadie podrá encontrarlo en lo profundo del bosque, menos la cenizas de éste.

Ya estaba a punto de hacerce añicos, polvo, cuando una pequeña luz sobre el cielo apareció.

- Una estrella fugaz -exclama emocionada mi prima- vamos, pidamos un deseo.

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