Qué triste que te vayas, toma tiempo creerlo, pero después de todo está dicho y hecho, la frase que más temí escuchar lo dijiste.
-Debemos terminar DongHae – sus palabras fueron una puñada a mi corazón – ya no te amo- y mis lágrimas vieron cómo se alejaba de mí, y sin mirar atrás se fue.
Aquel bar del centro fue el que nos unió, empezar mi verdadera vida después de graduarme sin aparentar algo que no era.
Sentirme mal cada día y sin decir nada. Fué aquél lugar donde pude ser libre y no sentir miedo.
Me enamore de esa persona que se acercó a mí y bailamos toda la noche.
Debía suponer que él no era bueno para mí, sólo no lo quería perder, él fue mi soporte durante un tiempo.
Pero no soy esa clase de persona que se quedará sentado esperando por él, no tengo título de segundo uso, lo que dijo hecho está y no hay vuelta atrás.
Fue increíble que mi familia me apoyara su amor de ellos fue la razón para olvidarte, mis amigos me sostuvieron de la mano y no me soltaron, de nuevo salí y me divertí cómo no lo había hecho en mucho tiempo.
Abrí de nuevo mi corazón y empecé a valorarme, empecé amarme.
Poco tiempo después descubrí que no todos somos iguales en el amor.
Descubrí que hay otras caricias, besos y roces que pudieron reemplazar te, él me enseño lo que es el amor.
El amor verdadero.
Esa persona siempre estuvo a mí lado, él se propuso a conquistarme, siempre me sorprendía lo grandioso que es.
Cómo es que nunca ví desde un inicio sus sentimientos, siempre estuvo junto a mí en los momentos en que me sentía más sólo qué nunca.
Cuándo estoy con él, es como si el mundo fuera de nosotros dos, su mirada su sonrisa su forma de ser.
Me enamoré, fue un sentimiento totalmente diferente y me sentí realmente feliz.
Lee Hyuk Jae
se convirtió en mi alma gemela, mí novio y compañero de toda la vida.
Mi esposo ♡
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