Es de día y Raoul vuelve a no tener ganas de levantarse de la cama. Le da pereza todo hasta de seguir viviendo. Pero por no recibir broncas de su madre acaba levantándose, poniéndose las zapatillas y yendo hacia el baño andando como un zombie.
'Quiero morirme ya'. Esa única frase que se repetía a sí mismo cada vez que se miraba al espejo del baño y visualizaba sangre en el lavabo cuando su mirada bajaba hasta el agua corriendo del grifo con las cuchillas de afeitar ensangrentadas depositadas en el desagüe. Todavía recuerda todas las heridas que se hizo en los brazos con las cuchillas de afeitar de su padre, una de ellas profunda, harto de vivir, pero su hermano le pilló 'in fraganti' e impidió que siguiera haciéndose daño y acabó en el hospital, para el propio rubio, una mala noticia seguir vivo.
Bajó a desayunar pero no había nadie. Decidió por su cuenta hacerse una tortilla francesa y un café por intentar olvidar sus tendencias suicidas por un momento pero no era fácil.
- Buenos días. -su madre bajó al salón.
- Buenos días... -Raoul contestó con voz baja.
- BUENOS DÍAS EH. QUE NO CUESTA NADA DECIRLO.
Sus padres estaban hartos del comportamiento de su hijo, pero no eran conscientes de que, cada vez que intentaban que su hijo se comportara bien y fuera educado, el rubio se frustraba y se encerraba en su habitación a llorar, porque, aparte de sufrir depresión, la timidez también se apoderaba de él y no encontraba la manera de quitárselo de encima. Tenía que soportar insultos, humillaciones y hasta comentarios de 'si no fueras así, estarías brillando, pero como no te sale de los huevos cambiar tu comportamiento ahí estas, en la mierda' o también 'debería darte vergüenza ser tímido a tu edad, la timidez se supera a cierta edad y ser tímido a tu edad te hace ser gilipollas y un maleducado'.
'¿Gilipollas y maleducado por ser tímido?' Esa es la pregunta que siempre se repetía el rubio y también se preguntó el porqué de eso.
Tras acabar de desayunar, sin hablar nada con nadie, volvió a su habitación y al mirar su móvil, por las redes sociales se enteró que hoy era el 'blue monday', en español, el día más triste del año. Para él, los 365 días del año son tristes, totalmente.
Como cada mañana, su hermano le envía mensajes por WhatsApp para animarle y ayudarle a que el día sea menos triste para él. Desde que Álvaro se fue de Barcelona para trasladarse a Gijón para jugar en el Sporting, Raoul lo pasa peor, porque su 'tete' es su único apoyo en la familia, y tenerle lejos no siente el mismo cariño que teniéndole a escasos metros, pero intenta que ese cariño y amor cale lo máximo posible en su cuerpo.
Se cambia de ropa y todavía sigue fijándose en las heridas que se hizo con las cuchillas de afeitar. Siempre se decía que no quería parar de hacerse heridas, porque estaba harto de vivir teniendo la vida que tiene, pero su padre tuvo que esconder las cuchillas en la caja fuerte, su madre los cuchillos de cocina bajo llave y hasta le quitaban el sacapuntas cada vez que tenía que afilarlo cuando el lápiz se quedaba sin punta que tuvieron que cambiarle los lápices por portaminas.
- Mama, me voy.
- ¿A dónde te crees que vas?
- ¡Mama! ¡Si hoy tengo sesión con la psicóloga!
- Más te vale escribirme que has llegado. Llamaré a tu psicóloga para confirmarlo.
Sale de casa harto de que esas situaciones continúen ocurriendo e intenta relajarse escuchando a Beyoncé, su artista favorita. En cuanto llega al centro de psicología, le recibe Beatriz, su psicóloga desde hace años.
- Bueno, Raoul. ¿Qué tal estas semanas?
- Igual.
- ¿Ningún cambio?
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¿blue? monday. | Ragoney
FanficRaoul es un chico muy triste en la que la depresión, el miedo y la ansiedad se apoderan muy rápido de él desde hace tiempo hasta que un chico consigue cambiarle la vida sacándole esos miedos del cuerpo convirtiéndolo todo en felicidad.