En la cárcel.

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-muy bien hay que entrar-dijo avanzando y yo la seguí.

Caminamos por los pasillos vacios hasta llegar a una oficina, abrió la puerta y entramos

-buenas tardes, en que las puedo ayudar?-preguntó una señora muy sonriente

-venimos por nuestros horarios-dijo Alexia

-Disculpa, son nuevas?-preguntó confundida

-asi es-le dije yo y ella nos vio de arriba hacia abajo y viceversa

-es la UNC, de verdad las aceptaron aquí?-preguntó ella con burla

-eres muy estúpida, de verdad trabajas aquí?-pregunté igual que ella y me miró con furia

-nombres?-

-Sky Gómez-

-Danger Morales-

Ella al escucharnos se quedó con los ojos abiertos

-di.disculpen no sabia que eran ustedes-dijo trabandose y buscando nuestros horarios apurada

-bienvenidas a la Universidad de Canadá, suerte-dijo nerviosa entregándonos los papeles, los tomamos y salimos

-es una idiota-dije rodando los ojos

-concuerdo-dijo ella

-donde esta química?-le pregunté

-no lo sé pero hay que buscar-me contestó

Bufé y empezamos a caminar buscando el salón de química, Sky arregló los horarios para que en todas las materias estuvieramos juntas y eso me alegró

-bingo-dijo ella sonriendo, en frente de nosotras estaba una puerta que decía "química", la golpeamos y esperamos a que nos abrieran

-nombres?-nos preguntó una señora de no más de cuarenta años amable cuando nos abrió la puerta, por lo que vi es la maestra

-Danger-dije normal

-Sky

Dimos nuestros apodos y ella nos miró con una mueca y se puso seria

-pasen y tomen asiento-dijo dándonos campo

Nos sentamos en la mesa del fondo que era la única sola, mientras teníamos miradas para nada discretas

-pónganse una bata-dijo la profesora y lo hicimos para después volver a nuestros asientos.

Empezó la clase hablando de algunos químicos, cosas que la verdad no entiendo que tiene que ver con la carrera que estudiamos.

Combinamos químicos, hicimos un reporte de cual fue la reacción obtenida y así se fue toda la clase.

Todo el mundo se nos quedó viendo todo el tiempo que llevamos en la universidad, unos con asco, otros con miedo pero yo tampoco aparté la vista de todos a mi alrededor, los veía tratando de identificar a los que están ayudando a Diamond.

Tampoco era que debía dar miedo, yo estaba con mi cara normal, ni seria, ni feliz, no mostraba ninguna expresión en mi rostro, no sabia por qué me temían.

Llegó la hora de comer, lo que significaba que vería a mi hermana.

Entramos a la cafetería donde se hizo un silencio increíble, nosotras con la mirada en alto caminamos en dirección a una mesa sola pero al ver quien estaba sentada junto con mi hermana nos dirigimos hacia ella.

Todos miraban nuestros movimientos hasta que llegamos a la mesa, yo con una sonrisa y ella me miraba con los ojos bien abiertos

-no me piensas saludar?-le hablé y ella se levantó y me abrazó, Jennifer Hilton fue una muy buena amiga y compañera de entrenamiento.