Un rencuentro que ella anhela pero a la vez no quiere.
La historia está terminada y editada, espero disfruten de una mejor experiencia a la hora de leerla.
Mitsuri: ¡"____"-san! ¡Me hubiese gustado pasar más tiempo contigo! ¡Visítame cuando quieras, te estaré esperando con deliciosas comidas! - lloriqueo, sorbiendo un poco su nariz por la partida tan rápida de su nueva amiga.
"___":Gracias Mitsuri, nos volveremos a ver - tomo sus manos, en señal de despedida y que estaba para ella.
Yo, viendo absolutamente todo como un mal tercio, tsk.
- Nos vemos Mitsuri - me despedí de ella, prometiendo enviarle una carta.
Mitsuri- ¡Si Obanai-san, cuídense!
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La gran mayoría de los pilares ya estaba informado del progreso de "___". A de decir que no fui el único en estar asombrado por el rápido desempeñó que está haciendo al pasar todas las prácticas en menos de un día.
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Llegando a mi finca, le otorgue un cuarto a petición de Mitsuri, quien me dijo que se acomodara para después salir al patio de entrenamiento y así empezar.
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La agilidad y destreza de "___" es genial, me sigue el ritmo... Al final del día habíamos acabado con todos los entrenamientos.
Lo más curioso fue que ella solo usara una espada de madera, me hubiera gustado ver el color de su katana.
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Narra "___":
Obanai es muy apegado al código de conducta del Cuerpo de Cazadores de Demonios y no dudará en hacer cumplir a rajatabla sus reglas, de tal modo que puede ser sumamente estricto al hacerlo y no tendrá compasión por cualquier tipo de transgresión que vaya en contra del código.
Sus expectativas hacia sus compañeros pilares suelen ser bastante surrealistas.
En realidad, el Cuerpo de Exterminio de Demonios lleva un total de 113 años sin haber matado tan siquiera a una de las Seis Lunas Superiores, y Shinobu Kocho hizo una estimación del nivel de fuerza de las criaturas, que seria a lo equivalente a tres pilares. Por lo que, él tiene como "meta" asesinar a todo aquel que sea perteneciente a las Seis Lunas Superiores.
La devoción de Obanai por el futuro del Cuerpo de Cazadores de Demonios suele ponerse a expensas de los demás, como cuando ata a un grupo de Cazadores de Demonios de bajo nivel y los utiliza como obstáculos en su entrenamiento de Pilar por motivos realmente insignificantes; también ve a los jóvenes reclutas, como personas débiles que no están a su altura, en una demostración de un gigantesco ego.
A pesar de su faceta despiadada, es evidente que siente una atracción por su compañera pilar, Mitsuri Kanroji; de hecho fue el propio Iguro quien le regaló sus calcetines de color verde que emplea como parte de su uniforme, algo que sus otros compañeros dejan en evidencia con excepción a la propia Kanroji. De hecho, su acercamiento a Mitsuri llegan al grado de mostrar celos a quien se le acerque demasiado a Mitsuri.
Pero antes de entrar al Cuerpo de Cazadores de Demonios; Obanai desde el momento en que nació fue considerado una maldición por haber nacido como hombre y no mujer.
Lo encerraron por 12 años, sacándolo después, cortándole la boca para que se asemeje a una serpiente por órdenes de una mujer que la mitad de su cuerpo era de serpiente y la otra mitad de un humano.
El padre de Rengoku pasaba por esa zona, cuando Obanai escapo con la única ayuda de una mujer que en ese momento confiaba, el demonio persiguió a obanai, pero gracias al padre de Rengoku, lo logro salvar.
En aquel momento, Obanai se consideró una causa perdida, sobre todo después de ser reprendido por su prima, quien le dijo que por su culpa todos serían asesinados; aquella mujer de aspecto deforme resultó ser un demonio, razón por la cual Obanai guarda un rencor hacia los demás demonios.
... ..
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Mañana entrenaré con Gyōmei, espero terminar con los entrenamientos lo más rápido posible.
Fin del capítulo y de editarlo.
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