Ya no tengo palabras que decirte o textos para dedicarte, textos que nunca leerás.
Ya no pienso en ti, ya no espero tu mensaje, ya no me esfuerzo en crear una conversación, ya no espero a verte en la parada, ya no más... sólo una persona que aprecio, un amigo.
Dijiste que tú y yo seremos amigos por siempre, quisiera creer en eso...
De ti aprendí varias cosas, si quiero cambiar algo de mí debo esforzarme, no acomplejarse.
Hacerlo sólo si me siento cómoda y quiero no solo hacerlo por hacerlo.
Al fin después de tantas noches en las que iba a la azotea a recordarte o las veces que desviaba mi camino para ir a ese lugar donde nos tocamos a ambos, no de esa forma, hablo de sentir la piel, la calidez...
Totalmente diferente.
De noches que miraba al cielo nocturno y decía que dejaría ir, aquel sentimiento que en su momento fue correspondido, pero volvía a recordarte, desear de nuevos esos momentos sabía que no te dejaba ir.
Por eso, al fin después de tantas noches en desvela y escribiendo textos para ti, hoy me di cuenta que ese sentimiento ya no está, me hace feliz que ya no esté, y también escribo lo último para ti.
26/01/2020
