¡Donghyuck, Sal Conmigo! || Markhyuck

OO2.

La semana había pasado bastante tranquila. Donghyuck se mantenía al tanto de todo lo que pasaba con los chicos a los que defendía, pero estaba realmente sorprendido cuando se enteró de que ninguno había sido maltratado estos últimos días; bueno, al menos no por Mark Lee.

Y con respecto a él, este le seguía insistiendo, pero ya no lo encontraba en situaciones donde repartiera palabras de rechazo, golpes, ni nada.

Algo realmente extraño.

Y como él mismo lo dijo, estuvo vigilando de cerca a Minho. Había descubierto que este tuvo un percance con su grupo y que estaba separado verdaderamente de él.

Se podía decir que ahora son como amigos. Incluyendo a Jisung, que se la había pasado muy pegado al mayor en ese tiempo.

*** ♡ ***

—¡Vamos Minho, dime que es lo que descubriste!

—¡Calma hombre! Yo no soy tu informante —entornó los ojos.

—Mira, Lee Minho... admito que estoy terriblemente desesperado, ¿sí? —respiró profundamente— Necesito saber de Donghyuck, ¿okey? Necesito saber como acercarme, pero ya bien, sin peleas ni nada.

—Mira Mark, ya no seas idiota. Ve a hablarle y dile que estás dispuesto a dejar toda esta mierda por él ¡y listo! ¡Vivirían felices para siempre!

—¡Pero no es tan fácil! ¡Me he acercado miles de diferentes maneras! ¡Y él sólo se dedica a rechazarme todas las citas!

—¡Amigo, amigo! ¡Basta con tus idioteces! ...Mira, sé que estás cambiando por lo que he visto. Y estoy seguro de que él también lo ha notado, así qu-

—¿Lo ha notado? —abrió los ojos excesivamente— ¡Oh, Dios mío! ¿Y qué te ha dicho? ¿Me ha mencionado o algo? ¡Dime ahora Lee Min-

Fue callado por un golpe en la nuca. Hizo una mueca de dolor y se llevó la mano a la parte afectada.

—¡Oye! —se quejó— ¡¿Qué demonios te pa-

—¡Sólo cállate y escúchame!

El contrario asintió con un puchero y le prestó atención al mayor.

—Bien... —comenzó —ahora mismo, ve al patio trasero —El menor lo miró confuso— espera ahí y yo te mandaré a Donghyuck para que puedas hablar con él, ¿de acuerdo?

—P-pero yo no estoy lis-

—Lo estás. Sólo menciona todo lo que aún no te has atrevido a decirle. Si él te gusta en serio, dil-

—¡De verdad me gusta!

—Bien, bien... Sólo dile que estás cambiando por él, que ya no molestarás más a los chicos y ¡puum! ¡Conquístalo!

—Bien —asintió repetidas veces— Sencillo, puedo hacerlo... —giró su cabeza a ambos costados— voy a hacer todo por él y yo voy a-

Otro golpe aterrizó en su nuca, en el mismo lugar de hace unos momentos. Estuvo a punto de quejarse, pero el mayor lo interrumpió como varias veces atrás.

—¿Ya vas a callarte e ir?

—S-sí... ya...