Había una vez en un pequeño pueblo, durante una noche en la que las estrellas danzaban alrededor de la luna eclipsada por el sol, las luciérnagas iluminaban la pradera mientras que las flores dormían esperando un nuevo amanecer, la vida le dio la bienvenida a un nuevo ser pequeño de ojos color tierra y cabello dorado. El orfanato San Padre Pío recibió a Venus, fue el nombre que eligieron para ella, Venus como la Diosa Romana del amor y la belleza, atributos que se verían en Venus mientras crecía. En el orfanato creció como una niña normal, rodeada de niños y niñas ansiosos de sentir el amor familiar, sin embargo, ahogaban sus días en aventuras fantásticas en los alrededores del orfanato en el cual se desbordaba la naturaleza en un bosque encantado que se levantaba monstruosamente detrás del orfanato, primero se tenía que pedir permiso a los guardianes que lo resguardaban, los cuatro robles y el guayacán, los cuales Venus una vez que contaba con la conciencia perfectamente desarrollada conocía muy bien, pero a diferencia de los demás niños que preferían ignorarlos y jugar con las sombras de los árboles del bosque, Venus siempre jugaba con ellos, tenían aventuras inimaginables.
Era el cumpleaños número 5 de Venus, un cumpleaños triste para una niña de su edad que no tenía amigos con quién celebrar, pues sus amigos la excluían de sus aventuras debido a una mancha marrón que tenía en su cachete, le decían que estaba besada por el coco, un ser fantasmal que se colaba las noches por debajo de las camas de los niños y niñas que se portaban mal y les ponía sueños horrorosos mientras dormían, claramente Venus no le tenía miedo, ni creía que su mancha fuera producto del beso de el coco, pues ya Sor María le había contado que aquella peculiar mancha provenía de la luna, de quién según Sor María, Venus había sido habitante, y su mancha era la prueba de ello. A pesar de todo Sor María no iba a permitir que su niña preferida pasara sola su cumpleaños.
-Pide un deseo. Dijo Sor María entusiasmada con voz casi inaudible pues temía que entrara alguien a la cocina, las descubrieran y arruinaran el cumpleaños de Venus que tanto había esperado la pequeña niña como cualquier otro niño.
La pequeña Venus pidió al Creador de Todos y de Todo que le regalara amigas o amigos, alguien para poder compartir aventuras como las de Peter Pan y su pandilla, personitas que vieran una simple cama como un barco y una escoba como un sable para luchar con las sombras fantasmales que se asomaban las noches por su ventana, pero sobre todo que no se espantarán al ver su mancha del cachete, además de eso sino era mucho pedir, le gustaría que le regalara un papá y una mamá, tan lindos como los que veía en los libros de la biblioteca del orfanato. Sor María se esforzaba por jugar con ella cuando le daba tiempo ya que sus días en el orfanato eran muy pesados pues era la jefa de cocina, sin embargo, Venus sabía que no era el mismo sentimiento jugar con niños que con Sor María, los libros que leía hacían ver la diversión de jugar de otra manera. Su único consuelo era jugar con los cuatro robles y el guayacán ellos eran sus únicos amigos, aparte de Sor María que no contaba porque ella ya era una anciana canosa.
Luego de que comiera un trozo del pequeño pastel de frutas silvestres que la propia Sor María le hizo, porque era su preferido, Venus fue corriendo hacia su habitación, anteriormente había escuchado en el viejo radio del conserje en las noticias que se acercaba el invierno con fuertes y frías nevadas, por lo que no iba a dejar que Dimbo, Ina, Chin, Plutón y Saturno pasaran frío ni se congelaran. Acomodó en una bolsa grande de plástico cinco bufandas de lana gruesa que había coleccionado, regalo de las navidades anteriores, una para cada amigo.
-Se suponía que ustedes deberían ser los que me dieran regalos porque son mis súbditos, pero ya sé que no se pueden mover de allí. Inquirió Venus bajo la sombra de Dimbo.
-Feliz cumpleaños princesa Venus, te ofrecemos nada más valioso que nuestra amistad y compañía. Respondió Dimbo. Haciéndole reverencia.
-Me es suficiente, de hecho, he traído para ustedes bufandas rojas de lana gruesa, pues el frío se acerca y no quiero que se congelen, lo he escuchado en las noticias sobre clima hace unos días atrás.
![](https://img.wattpad.com/cover/212556190-288-k26407.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La Niña del Poco Tiempo y los Árboles Fantasma
AdventureVenus vive sus días de infancia en un orfanato en el cuál sus únicos amigos son unos árboles. Lee este cuento corto para conocer las aventuras de la pequeña Venus.