𝐂𝐎𝐌𝐏𝐀𝐍̃𝐄𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐕𝐀𝐌𝐏𝐈𝐑𝐎 //𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍// 𝐄𝐃𝐈𝐓𝐀𝐃𝐀

EXTRA

Vamos bebé tranquilo, papá llamará pronto.

JiMin daba caricias a su vientre de seis meses el pequeño bebé se ponía ansioso cuando sus dos padres no se encontraban juntos y pateaba demasiado fuerte como protesta silenciosa. JungKook había tenido que salir por la mañana para arreglar unos asuntos de una de las empresas que poseía, había dejado descuidado todo por los seis meses que llevaba su hijo creciendo y los accionistas necesitaban los informes trimestrales y sin su presencia nada se llevaría acabo. Gruñiendo tuvo que alejarse de su esposo e hijo para ir a las dichosas juntas y no vendría hasta dentro de dos días.

La estadía con el rey había sido bastante amena. Todos en el reino lo trataban con respeto al igual que JiMin el único problema era JunJin ese hombre no lo dejaba en paz desde que se dio el anuncio de que pronto se casaría con el rey Jeon y formarían una familia pero pronto se encargaría de él. Su embarazo no había sido informado a las afueras del reino hasta que JungKook tuviera la certeza de que otros vampiros no se encontraran cerca. JiMin aveces discutía con su novio por que no lo dejaba salir al jardín se había vuelto sumamente protector con él después de enterarse de la muerte del esposo del rey del norte. Había sido envenenado importandole poco a los bastarsos que estuviese embarazado.

Gracias a esa sobreprotección el bebé se daba cuenta cuando JungKook se alejaba mucho tiempo, no podía permanecer lejos por que el bebé empezaba a patear y empujar con sus manitos la piel interior de JiMin haciéndolo llorar de dolor y bueno Jeon no podía ver llorar a su esposo se volvía loco a penas veía una lágrima salir y rodar por las mejillas rojizas del rubio por lo que no se separaban ni para ir al baño.

-Todo es culpa de JungKook cuando vuelva voy a....¡ah!.

Empezó enojandose con su futuro esposo pero a penas el enojo empezó el bebé le pateó muy fuerte. Otra cosa era que el bebé  cuando se enojaba con JungKook le pateaba por lo que no podía enojarse con él muy seguido y su prometido trataba de no hacerle berrinche para que no llorara.

Respiro hondo dando caricias al bebé que seguro sería arquero ya que ponía sus manos y pies cuando se le diera la gana.

Su celular sonó e inmediatamente le dio pulsación verde para contestar.

-Hola mi amor ¿qué tal están?

Sonrio bobamente ante la voz de su prometido, sentía aún las mariposas en su estómago y su corazón latir más rápido cada que estaban cerca o el pelinegro le susurraba contra su oído cuanto lo amaba. Un delicioso estremecimiento le recorrió el cuerpo entero sacando un pequeño gemido.

-¿Te paso algo amor el bebé está bien?.

La voz preocupada de JungKook le hizo sonrojarse si supiera seguramente harían el amor por el teléfono eso le hizo lamerse los labios e irse calentando aunque toda excitación se fue al sentir los constantes golpes contra su vientre y esta vez el gemido fue de dolor.

-Gukkie quiere escucharte amor.

-Bien ponme en alta voz.

JiMin puso el celular en su pecho mientras se acostaba contra la gran cama.

-Hey GukkMin ¿Has molestado a papi?, prometo consentirte mucho cuando vuelva ¿bien?, pero no lo hagas llorar.

El bebé plasmó su mano suavemente en el vientre como una afirmación por raro que pareciera el bebé lograba entender lo que JiMin y JungKook le decían.

-Gukk ah dicho que si mi amor.

La voz melosa que utilizó hizo que JungKook quisiera regresar de inmediato a lado de las personas que más amaba en todo el mundo, una noche antes de irse había llamado a todo el personal de seguridad exigiendo que nadie entre ni salga del reino. Había pedido que solo Sunhe le entregara y prepara personalmente la comida de su prometido no confiaba en nadie más ni en ella pero era su única opción, amenazó con que no daría paso a escusas si algo le pasaba a su querido novio mataría a todos los que estuvieran dentro.