En la ciudad de las ratas Pt.1

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Su cuerpo delgado se derrumbo ante el dolor y cansancio, debido a sus heridas aun frescas perdió el conocimiento en brazos de un extraño.

¿Qué? – susurro con temor.

Que te sacare de este pueblo mañana por la noche.

Will siempre creyó que su padre iba deshacerse de el en cualquier momento. Vivo o no. Los constantes golpes, los castigos físicos y psicológicos, todo aquello hacía que su espíritu se marchitara rápidamente, pero no le hacia tanto daño como la indiferencia de su madre que antes le ayudaba a levantarse y a limpiarle cuando su padre le hacia sangrar, vomitar u orinarse encima.

Ella solía llorar y aferrarse al brazo de Robert rogándole que ya no le pegara más. Eso fue hasta que tuvieron esa conversación en la bañera. Al parecer ese primer año de golpes constantes y castigos injustos, ella creía que eso de lo que murmuraba su marido sobre su pequeño Will eran puras mentiras inventadas por el estúpido del Sheriff Harris.

Aquella noche el abrazaba sus rodillas, desnudo en la bañera, tenia moratones en la espalda y las costillas, Lily estaba de cuclillas a su lado mojando constantemente su cabeza con un pequeño recipiente.

No te preocupes, tan pronto entres al instituto y consigas una linda chica, dejara de estar tan molesto.

Estaba fastidiado de escucharla decir lo mismo, claro, debió quedarse callado.

Mamá, no voy a tener una novia en la escuela. Ni después.

Volteo la mirada para verla a los ojos. Los suyos propios estaban llenos de lagrimas y una expresión adolorida.

¿Eh?

Estaba por hacerse la desentendida.

¿Fuiste tu quien le dijo a papá lo de Paúl?

No estaba seguro del porque dijo lo que dijo, tal vez deseaba pensar que parte de la compasión de su madre para con sus heridas se debía a que estaba arrepentida de exponerlo a esa situación.

Ella le mostró una sonrisa nerviosa y ladeada.

No se dé que hablas Will.

Papá me dijo, que alguien me vio con Paúl, ¿fuiste tu?

Will estaba apunto de llorar a mares, confrontar a su madre le había traído tanta angustia que sentido ganas de orinar.

¡¿Por qué inventaría yo algo como eso?!

Hubo un silencio entre ambos, solo miradas frías e incomodas. La voz salió de la garganta de Lily, sin que ella misma pudiese oírla.

¿Fue verdad?

La imagen de Will siendo desvestido por ese tipo golpeo su mente, nunca antes de aquello había considerado que eso fuese cierto. Ella misma había contratado a Paúl, ella lo conocía bien, ¿acaso ese joven era un sucio depravado que se infiltro insidiosamente a su casa inventando excusas para ponerle las manos encima a su hijo?, si ese era el caso, ¿Por qué Will lo había permitido?

El mentón del pequeño Will que tenia entonces 10 años, tembló e intentó decirlo, intentó explicar que aquello no había sido como ellos pensaban, que era un mal entendido, que Paúl solo estaba ayudándolo a ocultar un accidente que el había provocado al golpearle la nariz y hacerle sangrar y manchar su camisa. Paúl solo intentaba cambiarle de atuendo antes de que los vieran... pero, ¿Por qué no dijo nada?, si Will hubiese protestado cuando Robert le dio la primera bofetada, entonces él hubiese escuchado.

¿Por qué no dijo nada?

Hizo falta crecer un poco para comprenderse a si mismo y a su fatídico silencio.

A sus 16 años, comprendía ahora que, aunque no había pasado nada esa tarde, sí que había sentimientos fluyendo de forma directa entre ambos. Paul le hizo saber de forma implícita que aquello era algo que no debían expresar ya que era "ilegal", y era mejor ignorarlo.

¿Era culpable de lo que se le acusaba?

Will creyó, y cree... que sí.

¿William Stacy era un marica?

Por supuesto.

¿Will merecía ser torturado por eso?

De hecho, que Paul fuese despedido y esfumado de su vida por su "silencio", le hacia sentir lo suficientemente culpable como para creer que merecía todo aquello.

El sueño que le había llevado hacia su madre viéndole con una helada indiferencia, se distorsionó de la realidad. Mientras que en su pasado ella le dejo solo, en sus sueños ella le tomo de los cabellos, hundió su cabeza en el agua y esta subió por su nariz haciéndole sentir un dolor insoportable.

Al abrir los ojos entre una tos seca vio a la mujer hacerse hacia atrás asustada. Esta dejo caer la botella plástica de agua. Al parecer estaba intentando hacerle beber de esta mientras se encontraba... ¿Inconsciente?, ¡Por dios había perdido el conocimiento!

Rápidamente intento incorporarse, pero la mujer le detuvo.

Shh Shh, calma. Esta bien. Estás conmigo.

¿Dónde estoy?

En el baño.

Will miro a su alrededor. Estaba acostado en el piso sucio de un baño destartalado y apenas iluminado, con garabatos en las paredes, y parecía que una capa de mugre cubría todo. Arrugo la nariz y la mujer se acerco nuevamente paso a paso.

Solo se me ocurrió traerte aquí. Le dije al "viejo Jacky" que eras mi primo. Parece que estas en problemas, te ves terrible. ¿Comiste algo? ¿Tienes a donde ir? ¿Quieres llamar a alguien? ¿Puedes caminar? Tienes que salir de aquí conmigo luciendo como si todo estuviera bien, sino van a llevarnos a ambos.

Demasiadas preguntas, ella hablaba demasiado rápido y miraba preocupada hacia la puerta. Se puso de pie e intento ayudarme mientras balbuceaba.

Fue cuando Will reparo en su aspecto.

Tenia el cabello rubio pálido y sujeto de forma alta, tenia una blusa brillante escotada, una falda roja y sus medias eran de mallas, los tacones eran muy altos y se cubría los brazos con un abrigo lanudo imitación de piel real.

Su rostro era muy delgado, y aunque seguramente era joven, tenia arrugas prematuras producto tal vez de su abuso con las drogas.

¿Quién eres?

La voz de Will era apenas un susurro.

Eso debería preguntarte yo a ti.

Ella paso el brazo del chico detrás de su cuello y se dispuso a ayudarlo andar. Salieron y entonces empezó a reír. El vigilante que parecía haber estado esperando atentamente, los miró a ambos. Ella fingió seguir el hilo de una conversación familiar entre ambos.

¿Entonces por eso te ha echado de casa la Tía Cass?, pobrecito, ya, vamos a casa y comamos algo.

Oye, Valeska, ese niño, necesito que venga conmigo un momento.

¿Eh?, ¿no ves que ha tenido un día difícil? No molestes.

Ella agito el cabello de forma arrogante y Will sonrió de forma sincera.

El vigilante dejo de seguirlos y solo los observo bajar las extensas escaleras para salir de la estación.

Afuera la brisa era húmeda y había algo de bullicio, olía a comida chatarra y había algunos letreros encendidos, reconoció restaurantes y bares cuyas luces incitaban a entrar para mal gastar el dinero.

Recordó aquellas veces que escucho  hablar de Perzik. Una pequeña ciudad opaca de día, llena de gente mal educada y ratas. Eso había dicho su padre antes. Le aterraba pensar que su primera vez fuera de su pueblo fuese en ese lugar, pero, ¿no estaba teniendo suerte?, siendo casi cargado por una amigable prostituta. Las cosas pintan bien Will, pensó y estuvo apunto de desmallarse otra vez

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⏰ Last updated: Jan 27, 2020 ⏰

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Una Dionaea apodada PaulWhere stories live. Discover now