Club de Lectura (One Shot) /SMUT/

Me gusta tu misterio.

Bajé un poco mi libro para verlo mejor, a la distancia. La musculosa medio abierta me dejaba ver sus perfectos brazos tatuados, me encantaban. Todo en él me encantaba. Cambié la página, aunque no estaba seguro de entender muy bien lo que ocurría dentro de la historia que intentaba leer, mi atención estaba puesta en Louis Tomlinson.

-¿Harry?

Esos brazos tatuados…

-¡Edward!

-No me digas, Edward. – le dije a Zayn.

-Vaya, ahora sí me escuchas, ¿No? – se recargó contra las gradas y me pidió su bolso deportivo. De él sacó un botella con agua que bebió hasta dejarla medio vacía. – Este sol me está matando. Voy a quemarme como un pan tostado.  

-Zayn, tú ya eres negro, amigo.

-¡Vete a la mierda! – me empujó juguetonamente, provocando que medio me recostara sobre las gradas.

-Aunque sí, hace mucho calor. ¿Por qué quisiste entrenar hoy? Nos hubiéramos ido a casa a jugar videojuegos.

-Sabes que tengo partido en una semana.

-¿Y eso me incumbe porque…?

-Porque supongo que eres mi maldito mejor amigo.

-Supongamos por un momento que es cierto.

-¡Me sacas de quicio!

-Es broma, Zayn. – palmeé su hombro y sonreí.

-¡Balón! – escuché a la distancia. Esa voz tan aguda y familiar estaba un poco cerca, más cerca que hace un momento. Miré hacia mi derecha, había un balón de fútbol a cinco metros de mí, aproximadamente. Louis miraba hacia mi dirección, bueno, no hacia mí principalmente, sino que miraba el balón. - ¡Oye, Zayn, pásame el balón!

-¡Claro, Louis! ¡Ahí va! – trotó hasta la pelota y le propinó una fuerte patada que la envió por los aires, cayendo así en manos de Louis. Éste le sonrió desde el campo contrario y le agradeció con un pulgar arriba.

Demonios, que caliente me pones, Louis Tomlinson.

-Buen tiro. – acoté. – Tú… no sabía que eras amigo de Louis.

-Bueno, solemos ser compañeros en algunos juegos. – se encogió de hombro y le dio otro sorbo a la botella.

-¿Es tu compañero de equipo? – me adelanté a decir. ¿Cómo podía haberme perdido eso?

-En algunos juegos. – reparó. – Tal vez estarías enterado de ello si alguna vez vinieras a uno de mis partidos, mal amigo.

Oh, esa era la razón de mi confusión.

Está bien, tal vez piensen que soy una mierda de amigo por no asistir a los partidos de Zayn. Sin embargo, tengo una buena excusa para ello. Una cosa que deberían saber sobre mí es que amo los libros, los amo tanto o más que a mi propia rutina cotidiana. Y como buen y devoto amante a los libros, tengo un club de lectura. El cual tiene lugar todos los viernes en el sótano de mi casa. Por desgracia, los partidos de Zayn siempre son los viernes durante la tarde.

Tampoco crean que en mis diecisiete años me he perdido todos sus juegos; he venido a unos cuantos. Aunque no los suficientes como para conocer su posición en el campo o sus compañeros de juego.

-Creí que Louis no te caía bien. – agregué.

-Descuida, no me cae. Es un maldito engreído que se cree el capitán del equipo, aun cuando no lo es. Pero no puedo comportarme como un niño e ignorarlo toda una temporada; debo resignarme y reconocer que el infeliz tiene talento para el juego.