Dangerous Beauty| Lola#2

Capítulo 29: Su Debilidad

Con brusquedad me agarra de la cintura y me empuja contra la pared.

-¿Qué dijiste?-

-Me estuviste siguiendo todo este tiempo, maldito- me remuevo con enojo para golpearlo.

-Sí, cariño, no entiendo tu sorpresa- agarra mis muñecas y las pone a mis costados -Y no solo a vos, también a tu familia, amigos, e incluso a tu estúpido noviecito- gruñe diciendo lo último.

-A ellos déjalos en paz, ya me tienes a mí ¿no?- dejo de moverme y lo miro con seriedad.

-Sí, pero ahora tratan de sacarte de mi lado...- acaricia la mejilla -Y no permitiré eso, preciosa-

-¿De qué estás hablando?- me alejo de su toque.

-Jones y el malnacido que debería de haber matado de Morgan capturaron a Simón, de seguro le sacarán información y planearán algo para irrumpir en nuestro compromiso, incluso en nuestra boda- dice con desprecio.

"Espero que lo hagan", quise decirle pero me detuve.

-Pero no lo lograrán, así que déjalos en paz- en un impulso rodeo su cuello con mis brazos.

Prefiero mil veces que me lastime a mí que a ellos, no me lo perdonaría si les pasa algo.

-¿Ah sí?- sonríe rodeando mi cintura, sorprendido por el acercamiento de mi parte.

-Haré todo lo que pidas si no les haces daño- susurro rosando nuestros labios.

"Ni siquiera lo pienses"

Tarde. Es la única manera que tengo de ganarme su confianza y así hacerlo pagar. Al fin y al cabo soy su debilidad ¿no?

"Pero también su perdición"

Empiezo a desprender su camisa con una sonrisa "traviesa" y le acaricio el pecho, después bajo mis caricias a su cintura y le desprendo el cinturón.

-Estás volviéndome loco con tu lentitud- me levanta de las nalgas, rodeo su cintura con mis piernas y su cuello con mis brazos para no caerme.

Salimos de la oficina y nos lleva hasta su habitación, dejándome suavemente sobre la cama.

"Solo imagina que es Scott"

Cerrando los ojos y aguantando las nauseas me dejo tocar y besar por él.

Por mamá, por mi hermana, por las niñas, por Scott...

Este es el principio de mi venganza.

(...)

Desperté por un cosquilleo en el estómago, pero al abrir los ojos me di cuenta que eran caricias en esa zona desnuda.

-Michael, quiero dormir- me quejo cerrando los ojos otra vez.

Ayer tuve que que aguantar su toque y cada embestida brusca que me daba...el maldito ni suave quiere ser y ahora al parecer quiere hacerlo de nuevo.

-Simplemente deliciosa- susurra sobre mi vientre mientras levanta mi musculosa de dormir.

-Estoy cansada- digo tratando de contener un impulso de golpearlo.

-¿No te das cuenta de lo adictiva que sos?- empieza a besar mi cuello, para después dirigirse a mi escote.

-Enserio, Michael...- alejo sus manos y me doy la vuelta dándole la espalda.

-...Adictiva como una droga, que te saca de la realidad y te llena de éxtasis. Y no puedes dejar de consumirla por el placer que te provoca- susurra acariciando mi muslo.