Fantasma - SATZU

9: Abrazo

Finalmente llegó la mañana, encontré a Sana en el sofá como de costumbre, pero hoy se miraba profundamente las manos.

"¿Sana? ¿Qué estás haciendo?"

Ella me miró con completo shock.

"Puedo sentir cosas". A pesar de parecer tan sorprendida, habló con bastante calma.

"¿Qué?" Me acerqué y me senté a su lado.

"¡Tzu! ¡Realmente puedo sentir y mover cosas!" Dijo al sentir el sofá, levantando una almohada y sosteniéndola.

Mis ojos se abrieron. "¡Mierda! ¿En serio?"

Ella asintió emocionada. Si ella puede hacer todo esto ahora, ¿eso significa? ...

Al igual que el día que la vi por primera vez, fui a pegarle en la frente.

Sana lo vio venir. "¡No-!" Cortó cuando su mano agarró mi muñeca para evitar mis acciones.

La sentí. En realidad sentí su mano en mi muñeca. Seguramente ella también me sintió, porque inmediatamente retiró su mano en estado de shock.

"¡Sana! ¡Esto es increíble!"

Ella permaneció en silencio, sus mejillas sonrojadas.

"Espera. ¿Eres real ahora?" Pregunté.

Se mordió el labio y lentamente sacudió la cabeza. "Le grité a tu vecino antes y no me vio".

"¿Qué? ¿Entonces cómo? Sabes, no importa. ¡Esto es increíble! ¿No estás feliz?"

Ella asintió dándome una sonrisa. Sana también parecía tener una mirada de esperanza en sus ojos. Probablemente porque podría haber una posibilidad de que ella se volviera real.

"Abrázame."

No pude evitar que me pillara desprevenida. "¿Qué?"

"Me escuchaste. Dije abrázame. Lo has querido antes, ¿recuerdas?" Ella respondió simplemente.

Sin embargo, rápidamente me avergoncé. "Bueno, sí ... pero esos tiempos fueron diferentes. No puedo abrazarte ahora".

"¿Por qué no?" Ella se confundió.

"Porque es extraño. No es el momento adecuado para eso. Ni siquiera abrazo a mis amigas a menos que nos veamos después de un tiempo de no vernos".

En este punto, estaba lista para encontrar cualquier excusa para no abrazarla. No sé por qué me siento ... extraña ante la idea de abrazarla.

Ella se encogió de hombros. "Bien." Sana de repente se lanzó hacia mí, envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello. El impacto me hizo caer en el sofá. Instintivamente, me aferré a su cintura.

Fue entonces cuando el tiempo pareció congelarse. Mi corazón latía tan rápido que en realidad me preocupé un poco.

A pesar de verla todos los días con la misma ropa, que aprendí que en realidad nunca se ensuciaba, nunca esperé que tuviera un olor. Un aroma que era increíble por cierto.

Fue entonces cuando me di cuenta de que mi rostro estaba enterrado cerca de su cuello. Estaba tan cerca que tuvo que sentir mi aliento sobre su piel. Si me acercara más, estaría ...

"¡Está bien! ¡Ya es suficiente!" Dije mientras la empujaba.

Como sus brazos estaban alrededor de mi cuello, cuando la aparté, perdió el equilibrio. Como resultado, ella rápidamente colocó sus manos hacia abajo ... una en mi muslo, la otra al lado de mi cintura. Si nuestras caras no estaban rojas antes, ahora están ardiendo.