Parte 2

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—¡Auch!

—Si te quedaras quieto no dolería tanto-reclamó, limpiando sus heridas del pecho con un paño húmedo.

—¡Pero duele!

Sasuke vio el puchero que hacia su rubio amigo y sonrió levemente.

—Idiota-dejó el paño en la mesa pequeña al frente del sofá donde estaban sentados y posó la mano en la cabellera rubia, desparramándola-De verdad... me has preocupado cuando veníamos. Pensé que te desmayarías en mis brazos.

El rostro de Naruto se tornó serio.

—Quería caminar y me topé con ellos.

El azabache frunció el seño.

—Caminar en la noche y meterte en callejones, si, brillante idea Dobe. ¿Acaso buscabas riesgos?-dejó su cabello en paz y deslizó la palma de la mano hasta su pecho, recorriendo aquellas heridas que casi bajaban hasta su ombligo.

El rubio se tensó, parecían caricias. Sasuke estaba extraño con él.

—¿Con que te lo hicieron?-sus heridas eran superficiales, pero podría haber muerto si no hubiera sido cuidadoso-¿Una navaja?

—Sí. Era pequeña, pero muy filosa. Por suerte, cuento con un talento nato en la lucha-muestra una sonrisa arrogante.

—¡No es gracioso!-levantó la voz.

Naruto bajó la mirada sintiendo su corazón salirse de su pecho.

—¡Podría haberte perdido allí! Si no hubiese pasado por ese lugar... tú...-se puso de pie tomándose el rostro con una de sus manos, tapando sus ojos.

—Teme...-susurró-Ya pasó, no debes angustiarte-se levantó del sofá, encarándolo de frente-además-su tono se volvió frio-Ya tienes a Gaara, no pierdas el tiempo conmigo.

Sasuke dejó caer la mano y lo miró sorprendido.

—¿De qué hablas?

—Ya no tienes tiempo para mí...

—...

—Quiero decir...-sus mejillas se sonrojaron-Para nosotros, nuestra amistad. Siempre está Gaara a tu lado, y yo... yo no quiero ser una molestia para ustedes. Sobro-su flequillo largo permitió cubrir sus ojos brillosos próximos a soltar un rio salado-Tengo que irme...-quería huir de ahí lo más pronto posible.

—Detente...-susurra, tomándolo del brazo cuando Naruto le dio la espalda-Es cierto que... ya no estamos juntos la mayor parte del tiempo, y... y lo extraño. Pero quiero que sepas... que nuestra amistad no se romperá por mi noviazgo.

El oji-azul hizo una mueca de tristeza y sonrió.

—Es mentira-susurró.

Sasuke se sintió dolido por sus palabras.

—Deja de ser tan ciego y date cuenta Uchiha-su voz estaba quebrada, no había remedio, estaba llorando frente a Sasuke-Cada vez... estamos más aislados. Estas cosas pasan. Uno se enamora y abandona sus lazos con las demás personas. El amor es así. A veces... muy egoísta. Dentro de un tiempo, te olvidaras de mí y te irás fuera de este país para casarte con Gaara. Adoptaran hijos y...

—¡BASTA!-lo tomó bruscamente de los hombros y levantó su mentón para contemplar aquellas lágrimas en sus zafiros-¡¿Por qué dices tantas tonterías?! ¡Jamás podría olvidarte! ¡Tú siempre estuviste a mi lado, me consolaste cuando mis padres murieron y gracias a ti... pude avanzar con mi hermano! ¡Nadie estuvo en aquellas noches de dolor y soledad! ¡Solo tú! Itachi estaba muy mal, tanto que no podía ayudarme. Tú me abrazaste y decías que todo estaría bien...

Sasuke...

Su amado azabache estaba llorando.

—Nadie podrá ocupar tu lugar en mi corazón... tienes un lugar muy especial dentro de mi-se tocó el pecho-Eres mi mejor amigo en todo el mundo. Ni Gaara ni nadie será el obstáculo que impida nuestra amistad. ¡No lo permitiré!

Naruto apretó sus nudillos y bajó la mirada con los ojos derramando agua cristalina.

—La cosa es... que hay algo que nos separara ahora...-susurró bajito y comenzó a sollozar.

—¡NO! ¡No dejare que pase!

Naruto sonrió amargamente. Respiró profundamente y levantó la mirada viendo la expresión de dolor en la cara del moreno. Lo desesperado que estaba.

—No se puede evitar, Teme. Nadie puede hacerlo-antes que el ojinegro protestara, Naruto lo tomó de la nuca y buscó sus labios con rapidez fundiéndose al instante.

Sasuke abrió los ojos sorprendido e intentó separarse, pero su amigo lo tomó de las muñecas y con su cuerpo, lo empujó contra la pared más cercana, besándolo cada vez más intenso. Más apasionado.

Sus lenguas se cruzaron y comenzaron a danzar entre ellas. Sasuke no pudo soportarlo. Podría patearle la entrepierna y lograr zafarse de él, pero la realidad era, que le estaba gustando y mucho.

Una llama creció de inmediato. Un calor que no podía explicar y que ni sabía que poseía. Era deseo. Naruto supo que Sasuke no estaba poniendo ninguna resistencia, dejó de presionar sus muñecas y rodeó su cintura apegando sus cuerpos. Sasuke llevó sus manos libres a la espalda del rubio de donde se sujeto con fuerza de su camisa abierta.

El beso pareció durar una hermosa eternidad. Comenzaba a escasear el aire, Naruto se separó y le sonrió tristemente con los ojos brillosos.

—Esta es la razón, Sasuke. Ahora lo sabes-le dio la espalda sin esperar contestación y se paró en la puerta al momento de abrirla-Se feliz con Gaara.

¿Debo rendirme?

Voy a morir con este profundo amor que guardo en el fondo de mi alma solo para él.

Creo que... así debe ser.

Quedó solo y cayó de rodillas perturbado. Se tocó los labios sintiendo su corazón muy acelerado y su temperatura elevada.

El beso de Naruto era mil veces mejor que el de su novio.

Sin poder evitarlo, comenzó a sollozar nuevamente. Sintiendo una dolorosa confusión dentro de su pecho.

Una pelea entre sus sentimientos por Gaara y por Naruto.

—¡¡¡¿Por qué Naruto?!!

El grito fue tan fuerte que el rubio pudo oírlo. Estaba cerca de la puerta del lado de afuera y dejó caer una lágrima antes de retirarse.

Porque te Amo.

Mi verdadero amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora