Piloto.

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Se despertó en un sitio frío. No reconocía ese lugar. No al menos hasta que un androide pequeñito se puso en su campo de visión.

- ¿Es-Es-Es-Estás despierto? Bien. La doctora vendrá ahora.

Parecía que estaba corrupta. Aunque eso era normal es los robots ayudantes. Espera, ¿ayudantes? En seguida se dio cuenta de donde estaba. Un hospital, o bueno, lo que para los de su condición era un hospital, es decir, un taller.

Alpha era una especie de robot. El primero y único de su promoción que salió bien. Cogieron a 100 seres humanos del distrito más pobre y experimentaron con ellos con el único objetivo de crear armas para la guerra. Y Alpha fue el único que sobrevivió además de serle útil al gobierno. Al ser el único de su "especie", los científicos crearon a Beta, un robot pequeño que disparaba y servía de compañero y apoyo de Alpha.

El robot se incorporó, o al menos, lo intentó, pues descubrió que tenía las manos atadas y los pies, para que no se pudiera mover. No entendía que hacía ahí. No recordaba que le había pasado. Miró alrededor y en ese momento vio a una mujer morena entrar por la puerta. Era humana. El androide se acercó a ella para informarle que ya estaba despierto. La miró atentamente, debía ser una de las pocas personas 100% humanas que quedaban allí. Imaginaba que sería rica, pues solo los ricos tenían el dinero suficiente para no tener que llegar a los extremos de robotizarse. Pero lo que Alpha no sabía, era que estaba completamente equivocado.

La mujer cogió una linterna y se acercó a él para hacer que la luz fuese directamente a lo que vendrían siendo los ojos del robot.

- ¿Me oyes, Alpha?

- Sí. ¿Por qué sabes mi código?

- Has sido herido y reiniciado en una misión, te han traído aquí con urgencia.

- ¿Me vais a desactivar?

Preguntó, como si de verdad tuviera miedo de ser desactivado. Para él, era imposible sentir, o eso le dijeron sus "creadores". Pero tampoco era así. Alpha desconocía más cosas de él mismo de lo que creía.

- No podemos desactivarte, Alpha. Tu parte humana sigue viva, sería caótico siquiera intentarlo.

- ¿Entonces por qué estoy aquí exactamente?

- Beta mandó una alerta, la resistencia fue a por ti y te trajeron aquí.

Espera, espera. ¿La resistencia? Eso quería decir que no estaba en los talleres de siempre. Era un taller de la resistencia y por eso el androide estaba corrupta.

La resistencia estaba en contra del gobierno actual, en contra de que los ricos quisieran robotizar a los pobres solo para su beneficio propio. Recogían robots que iban a ser desactivados, ayudaban a los que eran como él. Y gracias a Beta, ahora estaba con ellos, a salvo de aquellos que lo utilizaban solo como arma.

- ¿Dónde está Beta? ¿Por qué estoy atado?

- Beta está recargando batería en la sala de al lado. Y estás atado por nuestra seguridad y la tuya. No sabíamos cómo ibas a actuar cuando despertases. Podrías ponerte agresivo y atacarnos, sé que lo entiendes.

Sí, lo entendía. Era normal que la resistencia tomase precauciones en cuanto a robots que eran propiedad del gobierno... ¡El gobierno! Alpha se sobresaltó al acordarse. Todos los robots del gobierno llevaban un chip para poder localizarlos e incluso neutralizarlos en caso de ser necesario.

- Llevo un chip, os van a encontrar.

- De eso nada, ese chip ya ha sido retirado tanto de tu sistema como el de Beta. Mientras dormías te lo extraje.

Alpha no supo que decirle a la mujer. Solo pudo quedarse en silencio mirando sus ojos verdes. Nunca había visto a un humano completo tan de cerca, no al menos desde que le hicieron aquello. Era fascinante.

- Te haré unas pruebas, pero primero tengo que ir a comprobar que otro robot está bien. Te voy a desatar y volveré a verte en un rato. Ha-X00 se quedará contigo.

Alpha supuso que Ha-X00 era el androide corrupto que estaba allí con ella. Y la morena así lo hizo, desató al robot y lo dejó allí solo con el androide. El cual se limitó a quedarse a una distancia prudente, observando a Alpha con detenimiento y cautela. Alpha, sin embargo, se levantó de la camilla en la que había estado atado y se puso a curiosear por toda la sala, incluidas unas fotos que tenía allí la mujer que lo había "atendido". Se aproximó a verlas, había varias con otras chicas, una con dos chicos parecidos a ellas que supuso que eran familiares... Y una con un hombre. Le sonaba ese hombre. Mucho. Tal vez lo hubiera conocido cuando era humano, pues donde trabajaba, hacía varios hombres y algunos eran amigos cercanos, pero no los recordaba con exactitud, solo que habían existido, se quería acordar, pero no podía. De hecho, lo intentó. Y eso solo hizo que le doliese la cabeza, llevando sus manos a esta, como si así consiguiera hacer que parase. Pero no sucedió, en su lugar escuchó la voz enlatada y metálica del androide.

- ¿Quie-Quie-Quieres que llame a la doctora Noir?

- No. Estoy bien... - Se limitó a decirle para luego volver a sentarse en la camilla para simplemente esperar a la mujer, al menos ahora sabía cuál era su apellido. – Por cierto, ¿cómo has acabado aquí, Ha-X00?

- La-La-La doctora Noir cuidó de mí cuando me quedé casi obsoleto. Desde entonces me quedé aquí, pe-pe-pero no pudo repararme del todo. A veces mi caja vocal, se queda atascada.

Y no hacía falta que lo jurase. Pero teniendo en cuenta que era un modelo de androide antiguo, era normal que no hubiera cajas vocales para él, así como imaginaba que no resultaba nada fácil reparar una caja vocal tan antigua. Era cuestión de tiempo que el androide perdiese la capacidad de hablar, a no ser que alguien le arreglase esa caja vocal, claro. Sentía lástima por él, o eso juraría él, pero eso no podía ser, él no podía sentir.

Pasados unos instantes, la mujer volvió, acercándose a Alpha. Le revisó la parte robótica de la cabeza, parecía que todo estaba bien por allí arriba.

- Nunca he visto uno como tú. Eres realmente peculiar. No eres humano, pero tampoco eres robot del todo. Me he fijado que no tienes caja vocal, son tus propias cuerdas vocales las que te permiten hablar, como me permiten las mías hablar a mí. Tienes un corazón, aunque todo tu torso esté recubierto de lo que a primera vista intuyo que es titanio. ¿Me permitirías hacerte una radiografía? Quiero comprobar como es tu interior.

Alpha asintió con la cabeza levemente y la mujer preparó todo lo necesario para realizarle una radiografía de cuerpo entero. Aquel ser le parecía realmente fascinante, era algo nunca visto. Así como para Alpha la doctora también era realmente fascinante.

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⏰ Last updated: Jan 28, 2020 ⏰

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