Seungwoo sabía que estaba jodido, sin embargo nunca pensó que tanto.
Nunca pensó que con el simple hecho de ver a su mejor amigo respirar, su corazón diera mil vuelcos.
Mierda, sí que estaba jodido.
El castaño estaba tan inmerso en sus pensamientos, que no se dio cuenta de que su mejor amigo le estaba hablando.
-¡Hyung! ¿Por qué no me escuchas? ¿En qué pensabas? O mejor dicho, ¿En quién pensabas?- habló el más pequeño con una sonrisa fingida, puesto que el hecho de pensar que su mayor pensara en alguien que no fuera él, hacía que su corazón se entristeciera poco a poco, aunque si el pelinegro lo pensaba, era estúpido creer que su amigo pensara en él.
Dongpyo siempre decía y mostraba ser seguro de sí mismo, sin embargo, eso solo era una máscara para cubrir todas las inseguridades que provocaban las personas sobre él, las palabras que le repetían constantemente, solo eran balas a su pequeño corazón.
Seungwoo al darse cuenta de que su mejor amigo le reprochaba se golpeó mentalmente por ser tan idiota.
-Lo siento mucho, pequeño. Y no, no pensaba en nadie, solo en ti.- el castaño sonrío ladinamente acercándose un poco a la cara del contrario, haciendo que su menor se sonrojara un poco, le encantaba hacer que el pelinegro se sonrojara con sus bromas, aunque bueno, tan bromas no eran.
-Que idiota eres, Hyung.- mencionó en menor alejándose un poco de su mayor, puesto que la cercanía con el castaño lo ponía inmensamente nervioso.
El mencionado río levemente mirando a su amigo sonrojado, y dios, si no tuviera auto-control probablemente hace mucho se hubiese comido a besos a ese pequeño con cara de masita.
-Tienes razón, debería decirte en quién estoy pensando.- el pelinegro ladeó un poco su cabeza mirando a la ventana, temía llorar ahí mismo si escuchaba a su mayor decir el nombre de esa persona que estaba constantemente en la cabeza de el contrario.
-Lo escucho, Hyung.- dijo el menor tratando de que su voz no se quebrara.
-Pero tienes que adivinar quién es, te daré pistas, ¿entendido?- el castaño al terminar de decir eso, se acercó al menor para llevarlo al sofá y verse cara a cara.
-Hyung, sabes que soy malísimo para adivinar cosas, y es peor si se trata de una persona.- mencionó el menor con un pequeño puchero en sus labios.
El castaño prácticamente estaba muriéndose por dentro al ver los labios del menor abultarse de esa manera.
-Vamos pequeño, conoces a esa persona más que a nadie, será muy fácil.- el castaño llevo su mano a la mejilla del contrario y la apretó levemente.
Dongpyo solo sentía su corazón casi por salir de su pecho, estaba literalmente a punto de saber quién era la persona que tenía a su mayor tan distraído y el hecho de que éste le tocara y lo tratara de una manera tan tierna, solo hacía que su corazón se apretujara más.
-Está bien, diga las pistas.- suspiró un pelinegro tratando de mantenerse calmado.
-Bueno, ummm, el es pequeño y literalmente es un bebé pero eso no quiere decir que no le tenga ganas.- mencionó un castaño ligeramente sonrojado por lo que acababa de decir.
-¿Qué? Dios, Hyung.- el menor trataba de pensar en personas con esas cualidades pero de verdad no se le venía nadie a la mente.
-Seguiré dando pistas y tu solo tienes que pensar en la persona que crees que es.- el castaño miraba detenidamente el rostro del menor mientras este asentía con su cabeza y miraba hacia un punto fijamente.
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ɪᴛ'ꜱ ᴀʟᴡᴀʏꜱ ʏᴏᴜ // ꜱᴇᴜɴɢᴘʏᴏ
RomanceSiempre eres tú, Dongpyo. contenido: fluff☆ o n e s h o t ☆