¿Ser lesbiana es tan malo?

Una rosa por cada te quiero...

Te extraño más de lo que pudiera creerse.
Me resulta extraño saber que en tan poco tiempo te has convertido en mi persona favorita. No estoy enamorada de ti, ni mucho menos. Pero siento tu ausencia y me duele como no tienes idea. Siento el beso que nunca nos dimos, siento tu cuerpo cerca y no puedo creer que me paralice por completo.

Me pregunto que habrás hecho para ocasionar todo esto....
Si en tampoco tiempo logras causar tanto en mí, mi miedo se multiplica al quedarte. Y es que no tengo miedo a amarte, tengo miedo a perderte. Tengo miedo de no ser yo la persona que te haga feliz, tengo miedo que te lastimen siendo tan dulce y delicada como las mismas flores.
No sé si deba quedarme o retirarme ahora. No sé si deba besarte, simplemente no lo sé.
Debo decir que todo esto me inquieta. Me doblega tu forma de mirarme, tu forma de hablar, tu forma de reír y hasta la forma coqueta con la que me dices cada te quiero....

He perdido el control sobre la situación, trato de encontrar un buen pretexto para llevarte flores, pero me he quedado sin ideas. Comienzo a creer que en poco tiempo tendrás un jardín de ellas. Puedo describir bien el color de tus ojos, he incluso ver con la claridad con que ves el mundo. Puedo hablar sin parar de las sensaciones que me produce tu sonrisa, puedo repetir cada palabra que ha salido de tu boca.
Y es aquí cuando acepto después de todo que empiezo a sentir un poco de amor por tenerte a mi lado. Y es que extraño flotar al sentir amor ..

Me revuelve el estomago esto ¿sabes? Estoy en constante movimiento contigo. Doy vueltas una y otra vez pensando si alguna vez podré estar contigo.
Siento ese nudo en la garganta, siento esas lagrimas bajando hasta mis labios, siento tanto no poder estar ahora diciéndote todo esto.

Discúlpame por ser tan cobarde pero mi miedo a lastimarnos es más grande que cualquier sentimiento bonito que puedas producir. Una rosa por cada te quiero, un suspiro por cada beso, una lagrima por cada momento no vivido, eso somos, cosas que no pasan y puede que jamás lo hagan.