_.:+* Déjame Ayudarte *+:.__.:+*Rubegetta*+:._

_.:+* 9.- Un Proyecto Especial *+:._

El sonido de una campanada lo hizo levantar la cabeza para observar su mesa de noche, donde su teléfono celular reposaba. No era nadie que le importara, a todos sus amigos les tenía un tono de llamada y mensajes diferente. Luzu solía preguntarle como sabía cual era de quien, y Samuel siempre le contestaba que no eran muchas personas a las que consideraba verdaderos amigos. Aun así, estaba curioso de quien podría ser.

Se removió entre las sabanas de su cama. Cuando su madre entrara y viera que no había abierto la ventana en todo el día o ordeno un poco le regañaría, pero eso sería en la noche, cuando llegara de trabajar. Tal vez, para ese entonces, Samuel incluso estaría dormido. Llevaba ya un par de días así, recostado en la cama, tratando de calmar sus pensamientos, llorando cada cierto rato. Dolía, dolía demasiado.

La campanilla volvió a sonar. ¿Quién le hablaba?, ¿No sabía esa persona que Samuel estaba tratando de mantener su roto corazón unido? Ya algo irritado, tomó el aparato entre sus manos y abrió Whatsapp. Como lo supuso, tenía dos mensajes de un numero desconocido. Le pareció extraño, pues no eran palabras, sino una fotografía y un video. ¿Sería spam, tal vez?

Curioso, abrió los mensajes. La foto era de un lindo gato anaranjado, gordo a mas no poder, recostado en un sofá y observando a la cámara con unos grandes ojos cafés. Una pequeña sonrisa se formó en el rostro del joven De Luque, el animalito le parecía encantador. Bajo la imagen rezaba: "Mira, es mi gatito Wilson 💛". Pero a pesar de que el minino era una monada, aún no sabía quien era el misterioso número.

Abrió el video. La cámara se movía por un salón de estar algo desordenado, había un poleron en el sofá, un plato de comida en la mesa de café y la televisión encendida en una película que no reconoció. Una voz exagerada comenzó a llamar al gato: "¡Wilson!, ¡Wilson, grandísimo gordo, ven!, ¡Wilsoooon!". El gato no tardo en aparecer por el pasillo, maullando con cierto fastidio al dueño de la voz, que Samuel no tardó en reconocer como Rubén. El noruego continuó llamando al animal, que finalmente llegó a un lado del dueño. Rubén dejó su mano sobre la cabeza del animal, acariciándolo y regañándolo por estar tan obeso. El gato, como si pudiera entender lo que decía, no tardo en morder su mano y comenzar a arañarlo. La cámara se movía de un lado a otro mientras Rubén le gritaba al pobre animal: "¡Coño, Wilson, No!, ¡Me duele, jodeeeer!".

Finalizado el video, Samuel se encontró soltando suaves risitas. No sabía como Rubén había obtenido su número —probablemente por Borja, supuso— ni tampoco por que había enviado la foto y el video, pero sin duda le había alegrado un poco más la tarde. Antes de que lo olvidara decidió agregarlo a sus contactos, ya en otro momento elegiría un tono para él. Iba a dejar el teléfono nuevamente sobre la mesita de noche, pero notó que Rubén estaba en línea.

💛Rubén 💛

Tu gato es una monada.

me ha hecho mierda la mano :c
pero que es la verdad, esta obeso.
con mangel hemos tratado de hacerle dieta, pero termina mordiéndonos si no le damos mas comida :c

Otra risilla escapó de sus labios.

¿Cómo conseguiste mi número?

me lo dio luzu c:<
se lo he pedido por que me tienes preocupado :c
estás bien?

Samuel se mordió el labio. No, no estaba bien, pero, ¿Quería admitírselo a Rubén? Era algo evidente que las cosas no estaban mejor, había faltado al instituto por ya cuatro días, lo cual era extrañísimo en él, pues siempre tenía el premio de asistencia completa. Pero, simplemente, no quería asistir. No quería ver a Guillermo, no quería escucharlo, no quería tenerlo en el mismo salón que él.