Cap.17.

1.1K 171 66
                                    

Había sido un tremendo error de Chrollo pensar que podría localizar a cualquiera que entrara a su castillo sin su permiso.

Pero tras la guerra que se ocupaba en el salón de fiestas, todos se encontraban tan ocupados que nunca nadie notó los invitados que se ocultaban tras la textura engañosa de Hisoka en ese lugar.

Un gran estruendo se esparció por el salón, justo después el sonido de metal chocar y Chrollo solo se sintió apresado por unas cadenas. La textura engañosa desapareció y miles de más hadas no tardaron en volar y atacar a los aliados de las arañas.
-¿qué? ¿Los súbditos de killua? Eso no es posible... yo ordené que los mataran y enserraran.
-exactamente, siempre hacen lo mismo. Un gran masacre y secuestro de los más importantes. También lo hicieron con el clan de los kurta.
La silueta del rubio apareció frente al hombre y una sonrisa se escapó de sus labios. -eres muy monótono Lucifer.
El hombre frunció sus labios y miró a su alrededor. Ahora los súbditos de killua ayudaban y los guardias de gon no se detenían. Agachó su cabeza.
-¿piensas matarme? ¿Vengaras a tu clan?
-¿qué? Jajaja no. Te mantendré aquí hasta que el rey vuelva: hace mucho que mi deseo de venganza se esfumó y se convirtió en lealtad.
-¿Lealtad? Ridículo.
Kurapika suspiró.
-como diga-
-¡Capitán! -kurapika dio un salto atrás observando como una chica de cabellera rosa se lanzaba para atacarlo. Justo a tiempo para esquivar.

La chica lo miró con rencor y kurapika se aferró a mantener las cadenas, tenía que hacerlo. Hasta que killua regresará.

Por su parte Ging se encontraba protegiendo a su fastidiosa esposa, intentaba a toda costa que nadie se le acercará. Incluso varias veces llegó a cargarla como costal para poder atacar y esquivar a lo que la mujer solo se quejó con un; "¿enserio me cargas como un costal? ¡Ni para salvarme eres romántico!" El hombre solo refunfuñaba. siempre pensaba; <<vaya mujer con la que me he casado>>

Había miles de soldados más del lado de killua, por ejemplo bisky que había traído a las hadas-flores y no dudaban en hacer crecer plantas para apresar a los enemigos. Palm que se encontraba viva ya que hisoka la había salvado, ahora ayudaba a kite diciendo el lugar preciso donde atacar y cubriendo su espalda. Gotoh junto con otros mayordomos e ayudantes peleaban y atendían a los más heridos; siempre cuidando que alguien no los atacarán. El mayor ayudante que curaba era un humano que ahora tenía alas grisáceas y su nombre era; Leorio. Tan solo con ver su habilidad para atender heridas se había ganado el respeto de Gotoh.

Todos esperaban pacientes al rey, todos anhelaban ver a Killua entrar al salón y culminar la guerra. Todos querian ver como su rey salvaba el lugar y esa misma esperanza combinada con el adjetivo que todos habían puesto en él, fue la principal razón de la decepción de su entrada: todo empezó con un grito.

-¡Whua! Killua ayuda.
-Santo cielo, hisoka deja el trasero de gon.
-¡Lys! Hisoka intenta violar a gon.
-demonios no es momento de eso hisoka.

La guerra pareció detenerse por segundos para observar la puerta y tras esos grito la entrada del rey llegó. Agitados tomaron una gran bocada de aire.

-estoy aquí -declaró orgulloso el chico albino. Si que fue una decepción pero al menos su rey estaba ahí ¿no?

Kurapika no tardó en soltar a Crhollo pues ya no podía con él, estaba agotado y para empeorar tenía una terrible herida y heridas anteriores se habían abierto. Iba a caer al suelo del agotamiento pero el médico humano tomó su cuerpo antes de que cayera: Leorio lo había estado observando y se dio cuenta de lo grave de su situación así que espero el momento que soltara a Chrollo.

-¡Gon! -gritó leorio. El niño no dudó en voltear a ver a su amigo
médico.- ahora esta en sus manos.

Chrollo estiro su cuerpo.
-por fin llega rey, Ahora podré destruirte frente tus súbditos.

Una Aventura En Miniatura  ~Killugon~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora