[ t r e s ]

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—Tu amigo es un encanto.

—No somos amigos. —murmuró Felix, tomando la taza humeante de café con ambas manos y llevándosela a los labios para dar un pequeño sorbo. Alejó rápido el recipiente y lo dejó sobre la mesa como si no hubiera tomado nada cuando se quemó la punta de la lengua, demasiado impaciente para esperar a que se enfríe.

La señora Lee no reaccionó ante el repentino sobresalto de su hijo y siguió insistiendo: —¿A quién más traerías a casa si no son amigos…? A no ser…

—Ma-

La mujer no le dejó terminar

—No me digas que… —una de sus finas cejas se disparó y una sonrisa surcó sus labios.

—Mamá, por favor, yo no… soy así.

—¿Así cómo?

Felix se removió con incomodidad, haciendo una mueca de desagrado por solo pensarlo.

—Así —respondió, haciendo un vago amago con las manos y encogiéndose de hombros.

—Lee Felix, soy tu madre y sé cómo eres. —su voz pasó de ser burlona a una más dura. —Eres un encanto también, cariño. —cambió por completo su expresión molesta y acarició con ternura el cabello de su hijo.

Felix suspiró y sonrió a gusto con el amoroso toque, a pesar de que no estaba muy seguro de lo último dicho por su madre.

—Ahora termina el desayuno y regresa a la cárcel. Todavía te quedan dos años de condena, recluso. —su rostro se quedó en blanco y luego volvió a retomar color, como si acabase de recordar algo. —¡Ah, falta tan poco para tu graduación! —exclamó dramática, fingiendo secar una lágrima. —Irás a una universidad en el extranjero y dejarás a tu joven y bella madre sola.

—Mamá-

—¿Quién será mi esclavo luego? —se llevó una mano al pecho con falsa angustia. —Por cierto, trabajaré horas extras hoy y llegaré a la noche.

Felix asintió.

—Tu y Minho tendrán que ir a estudiar en otro lado. —contuvo un poco la risa antes de agregar: —No dejaré a dos adolescentes solos en mí casa.

—Mamá, él y yo no-

—Ya, lo que mi niño diga —le sonrió y tomó la revista de la mesa, abriendo justamente en el medio. —. Veamos, virgovirgo… —sus ojos divagaron por todo el papel. —¡Oh, virgo!

Felix se arrimó un poco, intentando leer también.

—Hoy se destacarán tu intuición y sensibilidad natural. Algunos temas que tratas de evitar surgirán, lo que te entresará un poco. Estos temas te bloquean de alguna manera.

—Sería bueno resolverlos de una vez por todas. —leyó Felix al final.

Su madre alejó la revista y tomo una pausa para pensar. —¿Qué crees que sea eso?

El chico se encogió de hombros y volvió a su antigua posición, viéndo de reojo como volvía a su lectura.

—En el trabajo, lo más conveniente para Cáncer será dejar la rutina y enfocarse en la propuesta que tiene sobre la mesa, será la oportunidad que Cáncer busca para despuntar en su carrera. —la señora Lee sonrió satisfecha y dejó de lado la revista sin enfocarse en otro apartado. —Por algo tomé ese turno extra, tenía ese algo que me decía que lo haga. Sabes de lo que hablo, hijo.

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⏰ Última actualización: Mar 05, 2020 ⏰

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