Las oportunidades aparecen en tu vida cuando menos te lo esperas, llegan de golpe y solo queda en nosotros si las tomamos o no. Se dice fácil pero no lo es, al menos para mí, la vida me dio bastantes intentos para congeniar con KyungSoo, y yo siendo un tonto los dejaba pasar fácilmente.
Los días se hicieron eternos, universidad, tareas, asear mi casa, más tareas, el trabajo en el canal, mucha más tarea, Sehun problemático, viajes inesperados, etcétera.
Un día martes me encontraba frente a mi laptop investigando todo lo relacionado con la producción de programas televisivos y la redacción de crónicas con reportajes. El maestro nos encargó un nuevo proyecto con un porcentaje bastante alto en la calificación, se requiera un trabajo casi excelente para recibir un elogio del profesor. Conmigo no tenía muchos problemas, mas bien era con Sehun que cada clase había una discusión entre ellos dos por los errores de mi agradable vecino de edificio.
Mis ojos fueron resintiendo el cansancio que tenía debido a la mala posición al estar sentado en conjunto con el brillo de la pantalla. La tarde enfriaba conforme pasaban las horas y aún faltaba un ensayo final para dar por terminado el proyecto. Decidí descansar unos minutos y estirar los brazos consiguiendo relajarme temporalmente. Cabeceaba de un lado a otro tratando de no dormirme hasta que mi celular vibró dándome un susto, fijé la vista a la pantalla notificado un mensaje del director general de Gang TV, Kim Junmyeon.
💬 Director Kim:
Buenas tardes, JongIn, necesito hablar contigo personalmente. Nos vemos en el edificio a las 7:00 p.m. Es urgente.
Nunca recibía mensajes directos por parte de él, siempre su secretaria se encargaba de decirme de alguna cita, junta u otro evento.
Me levanté de mi asiento tomando la toalla del buró para ducharme rápidamente, aunque temblara de frío. Mientras enjabonaba mi cuerpo, llegaron a mi mente varias cosas pendientes que tenía que hacer en la semana, una de ellas es saber el contenido de la carpeta con mi nombre, acercarme a KyungSoo obvio estaba en el primer lugar. Después de vueltas y vueltas el tema del bajito siempre me vencía, mi corazón y mi alma se encontraban ocupadas buscando el momento exacto para no asustarlo como la vez pasada.
Elegí ropa térmica por la temperatura que había afuera junto con la gabardina café, tomé mis llaves y salí rumbo a mi trabajo. Se me hizo fácil desviar de nuevo la ruta hacia la calle ya conocida por su aroma a café que inunda el ambiente, disminuí la velocidad del coche por el tráfico al que me aproximaba. El frío aumentaba más cada hora, casi todas las personas que caminaban por allí traían un vaso de café que de seguro el señor Steve regaló, lo supuse por la forma de los vasos tan únicos y reconocibles. Según él, algunos diseños fueron hechos por KyungSoo años atrás cuando la cafetería recién habría sus puertas.
Los coches avanzaban lentamente, volteé a mi lado izquierdo encontrando la ventana abierta de KyungSoo. Sí, me detuve justo enfrente de su casa, sin embargo, la escena que vi no fue para nada de mi agrado. Un chico aproximadamente de mi edad se encontraba sentado frente a KyungSoo, demasiado sonriente a mi parecer.
Sentí una incomodidad terrible al no poder hacer ni decir nada, quién era yo para reclamarle algo tan simple como una conversación de amigos.
Tragué saliva en seco cuando el desconocido limpió con una servilleta la inexistente suciedad en las mejillas del bajito al mismo tiempo que entrelazaron sus manos. El chico no veía a KyungSoo de manera amigable, su mirada me recordó a Haneul cuando decía lo mucho que me admiraba y amaba. Sus intenciones eran claras pero mi KyungSoo tenía una carpeta con mi nombre, punto a mi favor.
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Cartas a Kim JongIn [KaiSoo]
FanfictionUna carta, dos cartas, tres cartas... ¿Cuántas serán las suficientes para que al menos una de ellas llegue a ti? Cada cierta tarde desahogo mis alegrías y desgracias en estas hojas desgastadas por la fricción, mi fuente de inspiración siempre es esa...