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Levi revolvía las cosas de su cómoda con exasperación, no encontraba su cartera y ya llevaba rato buscándola. Se reuniría con Zeke en algún starbucks o algo así, había que organizarse para un trabajo y maldecía la hora en que los trabajos se tenían que hacer en equipo, pero el rubio era su amigo, así que podía soportarlo.

Finalmente termino encontrando la cartera debajo del sofá y tomando su celular para verificar la dirección, tomo un taxi, pues ese día no tenía muchas ganas de manejar. Estaba ya en su último grado de la carrera, se inclinó por la bancaria pues le terminó gustando y para el los números eran fáciles.

Algunos días era pasante en un muy buen banco, más con lo que le daban sus padres, no le iba mal, no se quejaba pues podía darse ciertos lujos. Reviso su celular para contestar algunos mensajes de Hange, su mejor amiga, de Mikasa, su hermana y de Zeke.

Zeke: Eh, rivaille, llegare
5 minutos después tuve un
pequeño retraso, mi hermano
menor vendrá conmigo porque
quiere comer algo, pero no nos
interrumpirá, ¿tienes algún
problema con eso?

Levi: No, está bien, no hay
ningún problema.

Zeke: ¡Gracias! Te veo en un
momento.

Levi bajo del auto para entrar en la cafetería y tomar asiento en una pequeña mesa con cuatro sillas, pidió un té para comenzar y saco su laptop para poder avanzar con su tarea. El sabía que Zeke tenía un hermano, más bien un medio hermano, pero crecieron juntos desde que el menor nació y en verdad amaba a su hermano. Nunca lo había visto pero su amigo hablaba mucho de él, siempre diciendo cuan bonito era su hermano, en lo buen niño, prácticamente siempre lo describía como un pequeño ángel.

La puerta de la entrada hizo ruido captando su atención, por fin su rubio amigo había llegado, entraba apresurado mientras se acomodaba los lentes; atrás de el venía un chico más bajo que su amigo, cuerpo delgado, tez canela, cabello castaño y largo, le llegaría tal vez al hombro. Tenía una media coleta que le permitía ver mejor su rostro, expresión relajada, cejas gruesas, nariz delgada, y pequeños labios rojizos, vestía un simple short de mezclilla algo corto, dejando a la vista las bonitas piernas largas y una playera blanca; pero lo que más resaltaba eran sus ojos, grandes ojos, muy expresivos con tintes verdes y amarillos protegidos con espesas pestañas que revoloteaban mientras el movía los ojos por la cafetería curioso. Wow. El era bello, en verdad bello.

–Hey, Rivaille, lamentó el retraso–saludo Zeke–El es mi hermanito, Eren–Presentó.

–Hola, Levi, mucho gusto–Saludo Eren dedicándole una bonita sonrisa, extendió su mano y el pelinegro la tomó enseguida.

–Mucho gusto, eren–dijo Levi.

–Bien, eren, pide algo de comer y no nos distraigas–pidió Zeke a su hermano, el castaño asintió y tomó lugar a lado del mismo.

Los dos mayores comenzaron su trabajo en sus respectivas computadoras volteándolas de vez en cuando para que el otro viera y diera su punto de vista. La orden de Eren llegó, un panini y una malteada que parecía ser de fresa.

Levi no podía evitar mirarlo por ratos, le llamaba mucho la atención y le gustaba que cada vez que el castaño se movía, sus aretes largos también lo hacían, uno era una simple cadena delgada y el otro tenía la forma de una flecha. Y por lo que podía sentir, Eren también lo miraba, habiendo veces en donde sus miradas se cruzaban, el menor sonreía con sus mejillas sonrojadas mientras mordía el popote de su bebida sugerentemente y no podía negar que le gustaba.

En un punto en donde Zeke realizaba complicadas operaciones en una hoja y toda su atención era dirigida a eso desconectándolo de su alrededor, Eren empezó un juego con la crema batida de su malteada, tomándola con el dedo y chupándola con la mirada hacia Levi, el pelinegro trago grueso sin apartar la vista. Después de un rato con juegos de miradas y crema batida de por medio, Rivaille se levanto del asiento para ir al baño, necesitaba despejarse.

Se miró en el espejo y se puso un poco de agua en la cara para secarla con una toalla de papel. Durante toda su vida había tenido algunas novias y novios, era clara su bisexualidad pero el creía que se inclinaba más hacia los hombres y para su maldita suerte unos de los hombres más bellos si no el que mas, que había conocido en su vida tenía que ser el hermano de su idiota amigo sobre protector. Tenía que ser un puto chiste.

La puerta del baño se abrió dejando entrar a una delgada figura con bonitos ojos. Eren le sonrió y el le contestó con una media sonrisa también. El menor se acercó a lavar sus manos, estaban justo a lado del otro.

–Vi que no dejabas de mirarme, Levi–hablo por fin.

–Creo que el que debería decir eso soy yo ¿no?–Eren río y se acercó a él. Podía ser increíble como podías tener conexión con una persona aun sin conocerse, como una fuerza invisible que los empujaba fuertemente, algo que les gritaba que se acercaran lo más cerca posible.

–Se que quieres besarme–Afirmó el menor con la mirada en el.

–Si, quiero–Contesto.

–¿Y por qué no lo haces?–pregunto Eren acercándose todavía más a él, pasando sus brazos por el cuello del mayor, al mismo tiempo que Levi ponía sus manos sobre la delgada cintura.

–Zeke es mi amigo–dijo.

–¿Y que con eso?–Levi rio.

–No eres nada como el te describe ¿sabes? Prácticamente dice que eres un ángel.

–Solo es sobre protector–respondió restándole importancia, encogiéndose de hombros.

–Tenemos un código–decía Levi dejando besitos en el cuello del contrario, Eren reía por el contacto–Un código en el que no se puede meter con hermanos.

–Suena a como si ya tuvieras la intención de coquetearme sin aún conocerme– Le acariciaba la espalda jalándolo más hacia el en busca de más contacto.

–Bueno, la primera vez que fue a mi casa me dijo que mi hermana se le hacía linda, no podía permitirlo–Contesto contra el cuello del castaño, haciéndolo estremecer por el caliente aliento en su piel.

–Entonces se podría decir que fuiste tú el que empezó con el estupido código–dijo Eren.

–Nunca pensé que me afectaría a mi–El castaño alejo un poco el cuello de los labios ajenos, para verse directamente.

–Bésame, Levi–pidió.

Y si, el pelinegro sin perder más tiempo se aventó violento contra los labios contrarios, devorándolos con hambre. Jugando con sus lenguas y chupándose los labios mientras que las manos rozaban sus cuerpos. Se separaron aún sin tener suficiente, nunca podría ser suficiente . Eren tenía los labios algo hinchados por las chupadas del mayor y un poco más rojos que usualmente mientras que Levi sentía que le habían arrancado la lengua y el cuello de su camisa era un desastre.

–Eren... Yo... el código–Decía el, Eren rio un poco, le dio un beso rápido y se alejó de él.

–Bien, tal vez nos encontremos cuando no haya código o nuestros instintos ganen–decía–Adiós Levi.

Y el menor salió del baño. Ese había sido su primer encuentro por casualidad en la vida, pero maldición, parecía que la vida tenía todo jodidamente calculado.

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¡Hola! Aquí una nueva historia, por fin puedo escribir de nuevo y estoy feliz, nos vemos en el capítulo final de mi otra historia y también en los próximos de esta ¡Gracias! Con cariño BigDiamonD❣️

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