Kim Taehyung lo tenía todo, dinero, autos, mansiones y cosas lujosas.
Pero él no era así.
En aquel mundo donde los ricos ganaban, aunque estaba rodeado de gente, él se sentía solo.
Al menos hasta que conoció a Jimin.
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•VMin
•One Shot
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Despertó con el sonido de la alarma, bufó mientras se levantaba lentamente de la cama. Aquel día sus padres tenían una fiesta muy importante, que determinaría las empresas con las que se asociarían.
Observó en traje que estaba colgado en el perchero, caminó hacia él y lo acomodó en su cama luego decidió meterse a bañar. Algunas personas dicen que al bañarse se relajan, pues este no era el caso de Taehyung, solamente pensaba en la presión de aquella fiesta, si decía alguna palabra mal o simplemente se equivocaba en algo, sería la burla de todos, y sus padres lo odiarían.
Secó su cabello y salió del baño con la toalla envuelta en la cintura, luego se puso el traje negro. Lo sentía pesado, no estaba para nada cómodo. Terminó por arreglarse unos minutos después después bajó por las grandes escaleras de la casa.
— Taehyung, ¿estás listo? — "Solo un poco más" pensó. Una sonrisa gigante se formó en su rostro, haciéndole creer a sus padres que estaba emocionado.
— Sí madre, ¿podemos irnos ya? — dijo, su padre asintió, mientras llamaba al chofer de la limusina avisándole que ya estaban listos.
"¿Cómo es que ellos pueden estar como si nada?" La familia salió de la gran mansión y enseguida subieron a la limusina, Taehyung observó bien, encontrando algunos pequeños y nuevos detalles.
— Taehyung. — llamó su padre. — Recuerda que debes de...
— Comportarme y siempre mostrar una sonrisa, me he vuelto experto en eso, padre. — El señor Kim sonrió orgulloso, mientras que para Tae eso era un mensaje de "Basta"
El camino fue silencioso, o al menos para él, por un momento pensó en romper una ventana y aventarse, pero por obvias razones no podía.
Cuando su transporte se detuvo, los tres salieron de la él. Ya se había acostumbrado a las luces de las cámaras, y a los miles de reporteros acercándose a ellos, pero él solo los ignoraba, al contrario de sus padres, que sí se quedaban a responder.
Cuando al fin estuvo libre de aquella multitud, entró al salón para ver una nueva, las personas se le quedaban viendo, y él solo les sonreía.
Decidió que un trago no le haría daño, al menos no si su padre no le veía. Se acercó a la barra rápidamente.
Y ahí fue la primera vez que lo vio.
La primera de muchas.
Su cabello negro un poco desordenado, la camisa desabotonada por dos botones de un color azul cielo que le quedaba tan bien y lo hacía resaltar. Era simplemente hermoso. El chico sorprendió viéndolo, y cuando Taehyung creyó que se molestaría y le pidiera que se fuera, le sonrió.
