Kim Taehyung es un importante mafioso. Kim Namjoon es un oficial encubierto que trata de resolver un caso de narcotrafico.
Dos opuestos por naturaleza pero, cuando el deseo y el poder se unen no hay fuerza que los pueda romper.
Portada hecha por @ta...
«Aunque mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando.»
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Los rayos de sol se reflectaban por la sombría habitación, proviniendo de algún punto detrás de su cuerpo. Kim Namjoon abrió los ojos con lentitud, sintiéndose como si hubiera dormido por semanas con sus extremidades rígidas e inmóviles. Todo daba vueltas y se veía distorsionado. Volvió a forzar sus ojos a que siguieran abiertos levantando la cabeza, pero solo logro que esta cayera con fuerza.
Drogado. Kim Namjoon trato de ordenar sus pensamientos.
Poco a poco recupero sus sentidos, el primero fue el hormigueo en sus brazos y muñeca, con un meneo rápido de sus manos, Kim Namjoon sintió la inusual posición de sus brazos y manos, pero lo único que llego a sentir fue la fricción del metal contra su piel
Cadenas o esposas. Ya no aguantaba, sus ojos picaban y su cabeza retumbaba en sus oídos, escuchando los latidos erráticos de su corazón.
Con pesadez y contra todo pronóstico, el joven oficial volvió a levantar su cabeza, solo que esta vez lo hizo mas lento y haciendo pausas hasta que logro mirar más allá del suelo sucio y cubierto de una sustancia negra que parecía ser petróleo o algo similar.
Solo pudo darse cuenta de algo. Kim Namjoon, no se encontraba solo.
Allí en una esquina, una silueta lo acechaba como un fantasma, inmóvil, paciente, tal vez. Namjoon le dio una sonrisa irónica que no pudo controlar, forcejeando una vez más para solamente sentir el frio metal en sus manos.
Un carraspeo objetado de algún lugar entre la penumbra, logro dar término al sepulcral silencio. Moviéndose entre las sombras la silueta se hizo clara. Pero aun así no quito la sensación de terror en la cara del joven oficial. Primero fue su cabello rojo, luego su traje negro y por último su rostro, iluminado con una expresión que explicaba que cosas malas sucederían.
Kim Namjoon lo entendió ahora.
Lo había atrapado. Kim Taehyung iba a matarlo.
La noche de ayer lo golpeo como un balde de agua fría.
Tal vez, aquella noche había sido su única oportunidad para decir la verdad, su tregua, su última oportunidad de vivir. Pero, Namjoon no lo había entendido, hasta ahora.
Cerro los ojos esperando lo peor, pero nada sucedió. El cuerpo de Namjoon tembló cuando las piernas de Taehyung rozaron las suyas y de pronto una luz cegadora impacto en su rostro, volvió a temblar.
— Has dormido mucho, Namjoon. Es hora de abrir los ojos — Taehyung empujo más la luz, hasta que tuvo que abrirlos. La luz tan cerca de su rostro quemo sus ojos y parpados por unos segundos, pero para el joven mafioso no parecía importarle.
— ¿Vas a matarme? — Namjoon alejo el rostro y entonces la luz se apagó. Dejando la habitación en penumbras, otra vez.
— ¿Por qué lo haría, querido? — el pelirrojo se paseó por la habitación, divirtiéndose con la mirada desorbitada de su acompañante, debido a la droga que le había suministrado.
