Encubierto

El atardecer después de la tormenta

El atardecer después de la tormenta

El día ya estaba acabando y era el momento perfecto para sentarse a admirar como el sol se ocultaba. Camine hacia la cima de la colina del parque mientras sentía que el ambiente estaba cada vez más frío, los colores del cielo tenían una mezcla entre rojos, naranjas y un toque de azul obscuro. Podía ver como los arboles dejaban caer sus hojas anaranjadas al suelo delicadamente, anunciando que el otoño ya había llegado para quedarse un tiempo.

Seguí subiendo para buscar un buen lugar para sentarme y disfrutar al fin del chocolate caliente que llevo en la mano, aparto con mi pie algunas ramas y hojas, me senté en posición de indio viendo el lago y el sol uniéndose, me recosté un poco contra el árbol que tenía a mi lado y me quede callada un rato hasta que escucho unos pasos apresurados, volteo buscando la fuente de mi interrupción y lo veo acercándose con una bolsa de papel en la mano y su mejor cara de preocupación. Sonrío al verlo y espero a que llegue hacia donde estoy.

-Lo siento, estaba terminando de organizar unos papeles y perdí la noción del tiempo- se apresura a decir antes que yo logre emitir alguna palabra. Sonrío otra vez y palmeo a mi lado invitándolo a sentarse.

-Descuida, no te lo has perdido- dirigí mi vista al frente otra vez sintiendo como él se sienta acomodándose a mi lado. Suelta un suspiro y siento su mirada verde hacia mí.

-Aún falta cosas por hacer pero creo que llegó la calma después de la tormenta- dice mirando al frente y a mí, intercaladamente-Creo que ya mañana podemos pasar y...

-Shhh, disfruta del momento- lo interrumpo con una voz baja y muy calmada, me lleve el vaso humeante a mi boca mientras veía como el ultimo rayo de sol se iba para dejar el cielo en tonos obscuros de rojo y azul con algunos destellos de las estrellas y la luna abriéndose paso entre las nubes.

Lo miro rendirse y colocar la bolsa de papel en mi regazo. Noto que tiene algunos puntitos aceitosos y está algo caliente-Pase por la panadería y te compre algo para que acompañes tu chocolate, supuse que te gustaría un poco de dulce.

-Gracias, yo hice lo mismo pero yo te traje tu café cargado- Sonreí tendiéndole la bandeja de cartón que traía. Él la toma y la mira inspeccionándolo-Solo dos de azúcar, relájate.

Me dio una de sus mejores sonrisas orgullosa y le dio un largo sorbo saboreándolo, lo miro un rato hasta que se percata de mi mirada.

-¿Qué pasa?- extrañado sigue tomando de su vaso y yo solo me encojo de hombros.

-Nada, solo pensando- le resté importancia mientras me dirigí a abrir la bolsa y admirando el olor que emanaba de ella. Envolvió su brazo a mi alrededor y me miro haciendo señas de que continuara-Pienso en todo y en nada, en cómo empezó todo y como está terminando.

Arrugó sus cejas y miro al frente negando con su cabeza-Cariño, apenas está comenzando.