Aloi estaba sentado, sin ser capaz de moverse, con el corazón latiéndole a mil por horas y con un agradable calor recorriendole cada rincón de su cuerpo.
Era una sensación que le regeneraba cada célula de su cuerpo, que le quitaba hasta la última gota de sudor.
Pero lo que más le sorprendía era lo que se encontraba ante el. Una preciosa sirena, de piel bronceada y cabellos rubios como el trigo, sus ojos eran de un azul tan claro como las mismas aguas del Lago, su cola parecía que no tenía fin, era de mil y un color que brillaban como la más viva estrella del firmamento.
Sus ojos se cruzaron en una mirada de comprensión y cariño y, acto seguido Aloi se quedo dormido en un plácido sueño.
Cuando Aloi se despertó se encontraba en una habitación que no conocía. La habitación tenía un decorado que jamás había visto en su vida y no había una fuente de iluminación aparente pero había luz en todo los rincones.
Se levantó y andó un poco por la habitación intentando recorda que había pasado pero le interrumpió una voz femenina y juvenil que procedía desde la puerta. Aloi se dió la vuelta y vió a una joven de cabellos oscuros y ojos marrones, que luego descrubiría que era una ondina.
-Humano, la reina te quiere ver. Ponte esta ropa y sal al pasillo, te estaré esperando. No tardes.
-¿En donde estoy? ¿Qué hago aquí?
-La reina te lo esplicará todo, no hay tiempo que perder -se dió la vuelta y salió-
Aloi, obediente, se puso la ropa que la chica le había dado. Eran unos pantalones y una camiseta de tonos azules que estaban hechas de algo parecido a las algas.
Cuando terminó salió de la habitación y encontró a la joven a unos cuantos metros de su puerta. Se acercó a ella y sin decir ninguna palabra comenzó a andar, Aloi la siguió.
-¿Cómo te llamas?
- Daiara y soy una Ondina.
-Mmm ¿Una Ondina?
-Estupido joven, soy una ninfa acuática.
-Claro y yo soy El legendario Jinete de Dragón.
-¿No vistes a mi señora en el lago?
-Sí...
-Todo lo que tu pensabas legendario o imaginario existe. Desde el Jinete de Dragón hasta la Cabalgante de Unicornios.
-Todo esto es nuevo para mi... Estoy confuso.
-La reina te lo explicará todo. Ya hemos llegado.
Se encontraban en frente de una puerta enorme, forjada de un grueso metal, con incrustaciones de piedras preciosas que parecían proceder desde lo mas profundo del Lago. Pero cada joya, cada cristal, cada metal diferente y cada tesela formaban una enorme imagen de un trono con una preciosa dama sentada en el y miles de criaturas mágicas a sus pies alavándola.
Las dos grandes puertas se abriero al unísono diviendo la imagen en dos.
Cuando las puertas se abriero por completo Aloi pudo observar impetuoso el interior de la sala. Era igual que la escena de la puerta pero sin las criaturas y mucho más mágico en la realidad.
Daiara le empujó para que entrase y Aloi comenzó a andar hasta estar a escasos metros del gran trono hecho de coral de todos los colores y de perlas preciosas que brillaban.
Aloi giró la cabeza echando una mirada por toda la sala. Y como no, se encontró a la real sirena sentada en el trono.
-Hola Aloi.
-Hola ... Reina.
-No no, no me llames así, llamame Aquaria.
-Aquaria, donde estoy.
-Estás en una de las grandes ciudades mágicas. Especialmente en la capital del agua, aqui todos somos criaturas mágicas que podemos dominar el agua, cada uno a su nivel.
-Todo eso es sorprendente, pero, que hago aquí.
-Esos dos asesinos mataron a tus padres, e iban a matarte a ti pero yo te protegí.
-¿Qué querían de mi y de mis padres?
-Esas personas están a manos del Oscuro. Y al Oscuro no le gusta ni la magia elemental ni los que la practican.
-¿Y eso que tiene que ver con migo y mis padres?
-Tus padres provenían de una importante familia mágica y por ese motivo querían asesinaros.
-¡Pero la magía desapareció hace mucho Aquaria!
-Hace milenios que no se manifiesta debido a que los antiguos magos no podían luchar contra el Oscuro y sus criaturas por miedo. Por eso, un día, se reunieron las 4 familias mágicas con los 4 señores de la Elementía y decidieron eliminar la magia de todos los magos para que no hubiese más muertos.
-¿Mis padres adoraban la magía?
-Claro, pero no te contaron nada para ponerte a salvo. Ahora el Oscuro ha vuelto despues de estar inactivo durante años y está dispuesto a luchar contra los restos de la sociedad mágica.
-Ya no hay sociedad mágica, vosotros sois los únicos que podeis controlar la magia.
-Aloi, ahora tú tienes mi magia fluyendo por todo tu cuerpo, ahora tú eres el Señor del Agua de la Sociedad Mágica. Lucharemos contra el oscuro junto a los demas elementos y así hacer que los magos sean libres tal y como dicen las estrellas.
Después de escuchar estas palabras de la Reina Aquaria Aloi se desplomó en el húmedo suelo del salón del trono.
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Elemental
FantasyEn una epoca donde la magia agonizaba en manos de unos cuantos elegidos. En un mundo donde una espada puede gobernar un reino. En una vida donde el encuentro con una criatura mágica significa morir... o ser un Elegido ¿Eres capas de adrentarte en es...