Rostina: "Aunque el tiempo pase"

Capítulo 9

1 mes después...

3 de febrero de 2020

Pov Rodolfo

16:11 marcaba el reloj. Ya era tiempo de ir a la redacción. Hoy volvíamos al noti. Las vacaciones se habían pasado, como de costumbre, volando. O quizás tenía esa sensación porque habían sido increíbles. Tanto, que ni siquiera tuve noción de que los días corrían. Había logrado descansar, y sobre todo reflexionar bastante sobre algunas cosas. Antes de irme, había dejado algunos temas pendientes acá, y supongo que el viaje me permitió abrir la cabeza y darme cuenta de lo que realmente quería.
Mientras manejaba rumbo a la redacción puse un poco de música para distenderme. Estaba un poco nervioso, sí, pero también sentía una alegría inmensa. Volver siempre es mágico, sobre todo cuando se está rodeado de un equipo de trabajo como el nuestro, tan único, tan maravilloso.

Mientras disfrutaba de mis vacaciones en México nos sacaron una foto a mi novia Lara, y a mí. Debo admitir, que me tomó de sorpresa. Suelo ser bastante reservado con mi vida privada y siempre preferí mantener algunas cosas en la intimidad. No soy un gran fanatico de la exposición y de todo lo que eso conlleva. En menos de lo que pude imaginar, esas fotos ya estaban en todos los portales de espectáculos.
Tuve que blanquear, no me quedó otra opción. Por suerte mi familia sabía la noticia antes de que salga a la luz, así que por eso no hubo problema, pero sinceramente, hubiera preferido que no se sepa, sobre todo porque hacía pocos meses que nos estábamos conociendo, y prefería que la relación se estabilice un poco más antes de dar ese gran paso que es oficializar frente al público.
Había algo que de igual manera me hacía ruido. Ya había blanqueado, me habían llegado felicitaciones de colegas y amigos, algún que otro saludo y el infaltable "hubiera preferido que te quedes con Cristina" de los fans que nos siguen a los dos. Era evidente que mensajes de ese tipo me iban a llegar. Lo mismo le pasó a Cris cuando presentó a su novio. Como dijo ella alguna vez: "nos hacemos cargo de que jugamos con esta historia", y tal vez el precio de eso era que nos vinculen a cada momento. Los fans, la gente en la calle, hasta mismo nuestra propia familia o amigos. Ahora que los dos estábamos en pareja, habíamos cortado toda posibilidad de romance, y supongo que la gente ya no sospecharía que entre nosotros dos pasa algo.
Pero volviendo al tema, lo que me hacía ruido, y no se por qué, era que yo nunca le había contado a Cris que había iniciado una relación. Se enteró por las redes, supongo. Algo dentro mío me decía que tendría que habérselo contado yo antes. Que tendríamos que habernos sentado a hablar. No se por qué se me venían a la cabeza esos pensamientos una y otra vez. Después volvía a analizarlo y me parecía una ridiculez. Por favor, ¿por qué le importaría a ella saber que yo estoy en pareja? Vamos Rodolfo, si ella es feliz con su novio, decía para mis adentros a la vez que le daba un sermón a mi propia cabeza que no paraba de maquinar un segundo. Pero me lo replanteaba y me lo replanteaba hasta que llegaba a la conclusión de que ella sí debía saberlo de mi propia boca. Años habíamos pasado juntos. Ella me sostuvo y me acompañó cuando yo me divorcié, y yo también lo hice con ella cuando vino reiteradas veces con el corazón roto por algún gil que no supo valorarla como se merece. Más allá de lo laboral, que era excelente, nos unía una relación aún más profunda, una relación llena de confianza que nos permitía entendernos el uno al otro solo con dirigirnos la mirada, que nos permitía conectar juntos delante de miles de personas. Por eso mismo, me lamentaba una y otra vez por no habérselo dicho. Ella, justamente ella, merecía saberlo. Había estado mal, y lo sabía. El otro día había estado chequeando las redes y me llegó una notificación. Ella había salido a hablar con Radio Mitre. Es lógico, le preguntaron, al igual que me preguntaron a mí cuando ella se puso de novia. "Esta con una persona que lo ama" "Me alegra verlo feliz, se lo merece", fueron, si mal no recuerdo, sus dichos. Sentí un dolor en el pecho al leerlos. ¿Sentía culpa o simplemente recordaba una y otra vez ese momento, antes de irnos de vacaciones, en el que estuvimos juntos en el camarín? Ella había posado su suave mano sobre mi pecho y pudo percibir mi acelerado corazón. Ese corazón que no pretendió esconder sus sentimientos en ese momento. Ese corazón que, ese día, me delató frente a ella, y me hizo sentir pequeño, comparado a la inmensidad de sus latidos. Ese día había quedado en mi memoria. Ese día estuvimos a punto de besarnos, y no lo hicimos porque ambos nos dimos cuenta de que si nos quedábamos un segundo más allí luego nos arrepentiríamos. Pero qué lindo es hacer lo incorrecto a veces, ¿no? Qué lindo es saltar al vacío sin importar lo que puedan llegar a pensar los demás. Ese día, no lo hicimos, no nos arriesgamos. Y ese día, creo yo, nos perdimos también.
Los dos habíamos conocido a alguien. Ambos habíamos vuelto a formar pareja y por lo menos yo, había intentado olvidarla en estos meses. Olvidarla no pude, pero sí pude aclarar la mente y darme cuenta de que a veces, simplemente, el amor es no correspondido y ya. Y esta vez, quiera o no, me tocaba encontrar el amor en otra persona. Y si esa persona era Lara, habría que darse una oportunidad.