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- Hyuuung. - Byeongkwan apareció en su vista y Sehyoon solto el bolígrafo de la impresion. - Es color lila ¿le gusta?

Sehyoon ni podía hablar, las palabras se le habían ido totalmente y acercó su mano lentamente al cabello del menor para tocarlo, igual de suave y esponjoso.

- Es tan... - Busco la palabra adecuada. - Llamativo.

- No le gusta. - Hizo un puchero.

- No es eso, solo que me acostumbré a tu rubio. - Se giró en la silla tomando al menor de la cintura y sentandolo en su pierna. - Se te ve increíble, Byeongkwan.

El chico lo abrazó por el cuello celebrando y se puso de pie sonriéndole en grande, Sehyoon le devolvió la sonrisa.

- Iré a hacer algo de comer ¿quiere?

- No, estoy esperando a alguien, tal vez en un rato.

- Bien. - Le dio la espalda y fue hasta la cocina, minutos después se escuchó la puerta.

Sehyoon miró por la mirilla antes de abrir y sonrio al ver a DongHun del otro lado con una bolsa de compras. Abrio dejándolo pasar y dejo que se instalara y descansara, sabía que le estaba haciendo un gran favor y aparte con otros casos era difícil verse.

- Lo... logre.

- Hyung... - Byeongkwan regreso a la sala donde vio a un hombre bastante devastado en el sofá y después a Sehyoon. - Perdón por interrumpir...

- No, no, dijimos que dejarías de disculparte. - Sehyoon lo tomó del brazo poniéndolo bajo el suyo. - Él es DongHun, me está ayudando para algo que te tengo preparado.

- ¿Entonces él es hijo de los Kim? - Pregunto sorprendido poniéndose de pie y acercándose un poco.

- Soy Byeongkwan, señor. - Saludo con una inclinación de su cabeza.

- Es un gusto por fin ponerle rostro a la persona que tanto me habla Sehyoon. - Dijo con una sonrisa burlona y el chico de cabello lila se ruborizó.

- S-Si, yo volveré a la cocina. - Escapo de la sala teniendo la oportunidad y DongHun se comenzó a reír.

- Es una ternura ¿cuantos años dices que tiene?

- Diecisiete.

- Se ve más pequeño.

- Sigamos con esto, quiero acabar rápido.

- Oh, sí.

DongHun volvió a sentarse sacando algunos papeles para Sehyoon que esperaba impaciente, sonrio cuando notó que era cada testimonio de las personas más cercanas a la familia Kim que declararon que esa familia no heriría a ni una mosca y que era bastante extraño que en esa reunión sin motivos de negocios el único sobreviviente, aparte de los socios, fuese el único hijo de esa familia, lo cual era un milagro, tras eso bastantes declaraciones preguntaban por el chiquillo que desapareció del mapa, nadie sabía nada de él,  no había registros, no habia absolutamente nada es como si no existiera y sabía quienes tenían toda esa información,  pero dejando eso del lado, enserio tenía eso ganado, aparte de que él no tienen nada por lo que ser juzgado realmente lo tenía ganado. Miro a la cocina donde escuchaba al menor tararear alguna melodía que el solo se inventó y después a los papeles en sus manos, mientras tuviera esa información resguardada, nada, absolutamente nada podría dañarle.

- ¿Qué harás?

- Irme.

- ¿Qué?

- Eso, Hun, irme de aquí, de Gwangju con Byeongkwan.

DongHun sonrió y acordaron hablarlo otro día por correos sobre cómo, cuándo y a dónde se irían. Por el momento eso se volvería un secreto para el menor, quien, apenas DongHun se despidió salio de la cocina y abrazo mayor con bastante cariño, Sehyoon le devolvió el abrazo enterrando su nariz en la melena lila de Byeongkwan, disfrutando del olor a rosas en el.

Pronto sería libre.

Breathe [WowKwan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora