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❥ Dedicado a: kOceanWorld00


Sehyoon acababa de entrar a la estación después de un largo día en la oficina cuando más estridentes gritos llenaron sus oídos, bufo molesto ¿qué jodido problema tiene la gente con gritar?

— ¡¿Pero qué está haciendo?!

— ¡Alguien sáquelo de ahí!

Aquel grito logro llamar su atención y fue hasta donde una multitud intentaba hacer algo al respecto por un muchacho que había saltado del otro lado de las barras de seguridad de las vías. Soltó el portafolio y sin pensar mucho se abrió paso entre la aterrorizada gente apartándola casi que a empujones. Al llegar hasta las barras de seguridad pasó una pierna y luego la otra, miró hacía abajo y el estómago se le oprimió, había una ligera diferencia de altura entre las vías y donde él se encontraba, logro notar el pequeño cuerpo de un muchacho de no más de veinte años desmayado a un lado de las vías. Cuando se dio cuenta había pegado un salto para intentar ayudarlo "¡¿Qué estás haciendo idiota?!" Le grito una vocecilla en su cabeza, perdió el equilibrio al caer aquel metro y medio y su pantalón se rompió de las rodillas al caer en estas con demasiada fuerza, un quejido salió de su labios, dolía como un demonio pero se puso de pie de un salto para ir a al rescate del chico.

— Mierda. — Maldijo al ver la herida que había en la frente del chico, la sangre no parecía querer parar. Lo levantó con total facilidad desde un brazo y le preocupo que aquel chico literal pesara como pluma y no pareciera respirar. Levanto la vista y con alivio vio que había gente dispuesta a ayuda. Sehyoon hizo una inhalación profunda y lo cargó entre sus brazos miro a todos lados y se tenso al escuchar un silbido a lo lejos, su corazón pego un brinco, el jodido tren se acercaba y si no se daba prisa terminaría hecho trizas con ese chico entre sus brazos. Lo alzó lo más alto que pudo hasta que otras manos lo tomaron y lo dejaban en la seguridad del otro lado, sin medir ni precisar más que salvarse pego un brinco asiéndose al filo del suelo e intento levantarse a sí mismo, era un poco complicado escuchando al tren acercarse a toda velocidad, suspiro aliviado cuando un hombre le ayudo a ponerse a salvo y unos segundos después el tren paso justo cuando una ambulancia aparecía y lo llevaban junto al muchacho que acaba de salvar de puro milagro.

❁   ❁   ❁

Trataron sus heridas mientras hablaba con el doctor que los había recibido.

— No sé quién es el chico. — Hablo y se paso las manos por el cabello suspirando. — Solo llegue a la estación y de un momento a otro estaba ayudando al muchacho, ni siquiera revise si tenía algo a la mano que me diera una pista del porque salto a las vías o de quién era, pero es claro que quería quitarse la vida. — Arrugó la nariz al decir eso e ignoro su pensamientos cuando la pequeña cara del niño apareció en su mente.

— Entiendo, muchas gracias por su ayuda. — El doctor estuvo por despedirse cuando otra enfermera entro a la habitación.

— Doctor el chico ha despertado. — Anuncio y el hombre asintió, se despido de Sehyoon agradeciéndole y él solo logro sonreír un poco.

Estaba a punto de irse cuando una de las enfermeras que le atendió lo alcanzo tomándolo del brazo, Sehyoon notó que algo andaba raro cuando apretó sus labios en una fina línea y lo soltaba al ver que tenía su total atención.

— Lo siento — Sehyoon negó para despreocuparla y trató de sonreí, ella pareció relajarse un poco. —, el chico quiere saber quien lo ha salvado, está muy inquieto, pensamos que si lo sabe podrá tranquilizarse y dejarnos administrare los medicamentos que necesita.

— Oh... — No evito mostrar su sorpresa y se mordío los labios, asintió levemente no estando muy convencido de que fuera buena idea.

Después de caminar por unos cuantos pasillos llegaron a una habitación, al entrar, Sehyoon escucho algunas protestas por una voz chillona y se acercó con la enfermera quien recorrió la cortina dejando ver a un chico con cabello gris demasiado pálido, casi rubio. Se acercó detrás de la mujer y cuando notaron su presencia los gritos cesaron, el doctor se aclaro la garganta y se acomodo los lentes sobre el puente de la nariz, Sehyoon lo miró algo impaciente, algo le decía que no acabaría bien esto.

— Joven Kim, este es el hombre que lo ha salvado de su muerte. — Señalo a Sehyoon extendiendo su brazo y la enfermera se aparto, el niño solo se le quedo mirando y viceversa.

— ¿Por qué? —Soltó bruscamente el chico, clavando su mirada en sus manos que aferraban la manta que cubría sus piernas, Sehyoon salió de su transe después de mirar los tristes ojos color miel del menor.

— ¿Disculpa? — Su ceño se frunció, de qué hablaba.

— ¿Por qué? ¿Por qué me salvaste de mi muerte? —Su voz era suave, tanto que acelero sus latidos de forma descontrolada, lo asusto el hecho de que no pareciera tan alterado como antes. — ¿Acaso creías que estaba ahí para nada?

— ¿Debes de estar bromeando? ¿Qué es lo malo que le ves a la vida? — Las palabras salieron de su boca sin siquiera pensarlas antes. — Yo trabajo en un bufete aburrido y hago lo mismo todos los días es cansado y realmente horrible pero no por eso me estoy cortando las venas o lloriqueo. — Él dejo salir unas cuantas lágrimas y eso hizo sentir mal a Sehyoon.

— No lo entiendes... — Logro articular débilmente, parecía cansado.

— ¡Yo también pase por la adolescencia y tuve mis problemas! —Levantó la voz y no quería hacerlo pero tenía un sentimiento extraño instalado en el pecho que no me permitió parar de hablar. — Y no hay nada que diga que en la adultez no puedas tener depresión y deseos de querer suicidarte y escúchame bien porque estoy seguro de que no lo sabías o porque nadie nunca te lo dijo y eso esta mal.

— Para de hablar, déjame morir...

— Tienes que saber que solo nosotros nos destruimos si permitimos que las cosas malas nos afecten y no siempre vamos a poder detener ese poder que ejercen sobre nosotros. A veces la vida va a ser una completa y reverenda mierda contigo pero ¿por qué dejar que nos tire y nos pisotee como quiera? — Dejo salir un suspiro cuando sus ojos conectaron con los suyos y de sus ojos se desprendían pequeñas lagrimas. — Podemos mejorar si queremos, poder hacer lo que queramos. Tienes la edad perfecta para poder empezar a encaminarte en tus sueños, no creo que sea de momento de pensar en tu muerte. Tú eres el que decide si tener una vida llena de emoción y felicidad que puedes crear tu mismo porque no necesitas de nadie, o quedarte pensando en millones de formas de cómo suicidarte porque tu miserable vida no da para más, maldito mocoso, millones de vidas perdidas que querían dejar algo en este mundo y tú me vienes con que porque tu vida no es perfecta no la quieres.

Se acomodó la camisa y salió de la habitación enfadado consigo mismo ¿cómo es que se le había ocurrido hablarle así a un simple niño? Había sido tosco y completamente insensible con él, ni siquiera se había inmutado en que lloraba por sus palabras, ni siquiera sabía de sus razones para querer cometer tal cosa y solo le había puesto la razón más estúpida del mundo. Tal vez hasta le había dado más razones para querer quitarse la vida que ganas de que la viviera. Ah comenzaba a sentirse estúpido "Lo eres" le respondió la voz en su cabeza, estaba volviéndose completamente loco.

Camino hasta su departamento intentando despejarse en el transcurso pero el sentimiento de culpabilidad seguía ahí, suspiro deseando con su alma que ese chico al menos le tomara sentido a sus palabras y lograra seguir con su vida. Al entrar lo primero que Sehyoon hizo fue tomar un vaso, la botella de alcohol que estaba en la nevera e irse a la habitación para escuchar música, solo esa noche se daría el lujo de hundirse en sus penas, frustraciones y sin nada más que la compañía del alcohol. Para olvidarse de lo que sentía y sobre todo de aquel muchacho suicida que le origino un pequeño problema emocional.

Breathe [WowKwan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora