A Nobel Princess [Prince Christian Of Denmark]

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—¡Maz! ¡Frede! -Daniel exclamó abrazándola– Es maravilloso que estén aquí.

—¡Miren que trajeron los glaciares nórdicos!

La pareja sonrió instantáneamente al reconocer la voz, giraron sobre sus talones y abrieron los brazos al, efectivamente, encontrarse con las personas que esperaban.

—¡Haakon! ¡Marit! -Frederick exclamó sonriendo– Es maravilloso que estén aquí también.

—¡Pero no son los únicos! -una tercera voz se hizo presente.

—Oh, es tan bueno que estemos todos reunidos. -Mary musito sonriendo– Christian... ¿En donde esta...?

—Oh, Alexandra lo ha encontrado y se han ido desde hace un momento con Mali. -Maxima murmuró riendo al ver la confusión de las mujeres por no encontrar a sus primogénitos.

—Pero explícanos Daniel... ¿Qué le ha pasado a tu esposa esta vez? -Cuestionó la reina de Noruega–. Salimos corriendo de Oslo en cuanto la premiacion terminó.

—Bueno, tampoco es como si Noruega estuviera a diez horas de Suecia. -Alexander bromeó.

Todos los presentes rieron ante el comentario del rey de los países bajos.

—Es simplemente porque hace varios meses que no nos vemos -Victoria hizo acto de presencia en el gran salón–. Hola a todos.

—Vamos, Alice, seguramente hay otra razón ¡dila ahora! -reclamo Haakon riendo– ¿Es por lo que todos hemos estado hablando desde hace meses?

—¿Qué es exactamente lo que te tiene emocionada, Alice? -Cuestionó Frederick.

—Esta bien, sí, si es por lo que todos piensan y por lo que hemos hablado.

—¿Quieres literalmente persuadir a la joven latina de dejar el país mañana por la mañana? -Mary murmuró– ¿Es eso?

—Quiero que ella instruya a nuestros médicos... Se que vendrá en algunos meses, pero somos de los países con mayor número de casos... Se que el mundo entero se esta muriendo por tenerla pero...

—Ali, esto es igual de estresante que la crisis del 20 pero, no creo que ella quiera cancelar sus compromisos por nosotros. -Frederick murmuró.

—¿Y como supones tú qué logremos eso? -Cuestionó el rey de Holanda sorprendiendo a todos.

—A través del diálogo ¿no es obvio?. -la reina de Suecia habló con un poco de ironía.

—¿Literalmente quieres persuadir a la joven mediante el chantaje?

—No... Bueno, si, algo así. -admitió ella algo apenada.

—¿Y entonces nosotros somos parte del chantaje? ¿Por eso estamos aquí? -Cuestionó Marit.

—En parte, deseaba verlos excluyendo mi plan.

—Definitivamente las cosas no cambian con el tiempo. -Haakon bromeó besando sus mejillas.

La sala entera rió ante el último comentario y seguidamente salieron de ahí, una gran gala esperaba por ellos.

▪️

—la joven sonrió nerviosa ante la cámara al observar el auditorio lleno–... Es un sueño para mí estar aquí hoy, por esto, por algo que finalmente pude hacer realidad. A lo largo de mi carrera he visto a tantas personas; hombres, mujeres y niños morir tan rápido por cualquier tipo de cáncer que los recuerdos incluso son borrosos, he visto el dolor en sus ojos, el sufrimiento en sus manos adoloridas por las agujas, vi la tristeza cuando su cabello comenzó a caer, y eso es algo que se que se quedará conmigo para siempre.
D

esde el día en que finalmente pude ejercer y observe el sufrimiento, me prometí a mi misma que no iba a dejar que nadie más sufriera de esa manera si me era posible, sé que soy la persona más joven en recibir un premio Nobel en el área de medicina, la primera mujer latina en recibirlo y sé que puede inclusive parecer raro. Pero hay tantos niños que mueren día a día que yo no podía dejar que eso siguiera pasando y hoy finalmente sé que lo he logrado. Tengo que agradecer a todos los doctores que ayudaron a mi investigación porque sin ellos yo no podría estar aquí, sin sus años de experiencia en el campo y en la célula yo no podría haber hecho todo lo que hice, principalmente a mi padre por dejarme las bases de mi investigación y a mis hermanos, por apoyar mi sueño desde adolescente aunque en ese entonces nos pareciera inalcanzable; por que los sueños se cumplen, no importa de donde seas, cual sea tu tono de piel, cual sea tu idioma, tu estatus social o tus rasgos físicos. El mundo nos necesita, nosotros lo hacemos girar. Sueña, sueña tan alto y grande como puedas, por que los sueños son los que te impulsarán a seguir adelante.

Hubo un breve momento de silencio en donde ella se sintió una pequeña hormiga apuntó de ser aplastada, quizá se arrepentian de dejarla dar un discurso, sin embargo segundos después pudo escuchar aplausos, aplausos que llenaron toda la sala de conciertos. Sonrió aliviada observando a absolutamente todas las personas de pie, su vida había cambiado. Lo había hecho.

Y en ese momento, mientras analizaba todos los rostros que podía divisar, entre tantos orbes azules y cabelleras rubias, sus castaños ojos se fijaron finalmente en el joven que en primera final aplaudía emocionado.

“Fue amor a primera vista... Aunque en ese momento no lo supimos con claridad”.