strange dreams

School

Narra amelie

Iba camino hacia la escuela, otro día en ese maldito infierno, lo único bueno son mis amigos, además el uniforme es horrible como odio estar aquí, en fin, la vida es cruel al parecer

Alex: Ame aquí *gritaba mientras corria*

Amelie: Alex! , te extrañe mucho *la abraza*

Alex: bueno ya, *se separa* hay que correr por que las clases ya empiezan

Amelie: ¿cuál es la primera clase?

Alex: historia

Amelie: joder, me caga la historia *dijo suspirando*

Alex: tampoco es tan malo

Amelie: si tu lo dices *dijo mientras rodaba los ojos*

(unos minutos después)

Estaba en mi asiento, tratando de mantenerme despierta, así que comienzo a hacer garabatos en mi libreta, en eso la directora entra y interrumpe la clase del profesor

Directora: disculpe por interrupción profesor, pero necesito a amelie un momento *dijo viendo a la mensionada*

Yo al escucharla pegue un pequeño salto y todos comenzaron a murmurar

Alex: ¿ahora que pendejada hiciste? *dijo susurrandole*

Amelie: no lo se *dijo mientras se levantaba e caminaba hacia la puerta*

Directora: gracias profesor, siga con su clase *dijo cerrando la puerta *

(afuera del salón)

Directora: camine señorita *dijo con un semblante serio*

Yo trataba de seguirle el paso, pero era muy rápida, unos minutos después llegamos a la dirección

Amelie: eh.. Directora, podría decirme ¿por qué me trajo aquí?

Directora: No, ahora siéntate aquí y espera *dijo lo más serio posible y entrando a la dirección *

Amelie: está bien.., uy que mal genio, de seguro es falta de sexo *dijo susurrando para si misma*

(tiempo después)

Amelie:Llevó esperando aquí media hora, que coño hacen ahí adentro *penso*

Amelie se levantó y decidió hechar un vistazo, así que abrió la puerta lentamente, pudo observar que algunos maestros y directora se encontraban adentro realizando un tipo de ritual satánico

Amelie: pero que verga? *susurro*

Directora: trae a la niña *le dijo a uno de los maestros*

Amelie: mierda *dijo al ver que se acercaba*

En un movimiento rápido cerró la puerta y con todo el miedo del mundo salió corriendo hacia el salón. Seguramente en la noche no iba a dormir