VOZ

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Mi familia nunca lo noto, o al menos nunca se preocuparon de la forma correcta. Me tacharon de bicho raro y de monstruo. Pero nunca nadie lo noto, ni siquiera hice el esfuerzo porque lo notaran. Porque ni siquiera lo sabia, no sabia que estaba mal o estaba bien. Simplemente no lo comprendía, así que decidí intentarlo.

 Leí libros al respecto, películas, todo. Incluso empece a escribir para sobrellevarlo de alguna manera. Pero nunca lo entendí y de a poco la información en mi cabeza empezó a borrarse. Ya todos lo habían asimilado, incluso antes de que yo lo haga. Me rendí y me senté a admirar a los demás. 

Entonces lo admití para mi mismo, nunca seria como ellos. Nunca seria como nadie. 

Y por primera vez, una lagrima se deslizo por mi mejilla.

KatarsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora