Amiga o complice?

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Un sonido muy fuerte me despertó

—¿¡Q-que pasó?!— grité asustada por un fuerte ruido que escuchaba.
(Bepp-bepp....bepp-bepp...bepp-bepp...)
—¿Ya es de día?— me dije a mi misma en lo que apagaba la alarma.
Me desperté con una respiración agitada y con algo de sudor, era estremecedor recordar lo que había pasado en mis sueños, me tenía... ¿cómo decirlo?.... “sorprendida” pero con un sentimiento nuevo, sentía “paz”, si,  eso es, sentía una paz interior. No estaba arrepentida por aceptarme, claro que no, me tranquilizaba saber que era lo que me diferenciaba de los demás, qué era eso de lo que todos hablaban de mí, ya me había encontrado y no volvería a perderme, sabía que yo estaba loca pero ahora ser una loca contenida, almenos hasta que pueda desahogarme con alguien, ustedes me entienden.


Escuche un grito proveniente de la sala —¡Blake!, Baja a desayunar se te hará tarde para el colegio—, era mi padre, y al parecer tenia prisa.

<<Otra vez tengo que ir a ese estúpido colegio>>.
—¡Ya voy padre!— Le respondí en tono ofuscado, de verdad odiaba ese colegio, esta lleno de personas falsas que viven en su mundo y solo se preocupan por el amor, amigos y cosas patéticas. Inmediatamente me cambie de ropa, desayune y me fui.

Llegué al colegio y entre a mi aula, todo como siempre aburrido, pero no paraba de pensar en algo, estaba haciendo una lista de a quienes podría asesinar, ahí perdida en mis pensamientos se me salió una carcajada, se me hacía gracioso como la gente suplicaría por piedad. Yo me sentaba sola, era ya medio año y no tenía amigos solo un montón de idiotas que siempre me molestaban por ser callada, justo en ellos pensaba. Yo nunca hablo con nadie pero esta vez justo por aquella carcajada se me acercó una chica, era coqueta y se notaba que era una de esas chicas que podían tener al chico que quisiera a sus pies.

—Hola..mmm ¿Blake verdad?...bueno te quería invitar a una fiesta que haremos mañana en la noche, bueno ¿te apuntas?

—Amm...lo siento ¿Cuál es tu nombre?— dije con una sonrisa forzada y una ternura fingida..

—Ahhh perdón no me presenté, soy Sommer, aunque la verdad me sorprende que no me conozcas— respondió con una pequeña risa coqueta y... amable.

—Lo siento— replique con aspecto tímido y sumiso, si sabía quién era, como no saberlo si es novia de aquel idiota que siempre me molesta, ella se veía con una actitud positiva y alegre, me hacía querer vomitar. —Bueno tengo que pedir permiso a mi padre— dije en tono frío, ya harta de su  presencia , solo quería que me deje en paz.

Con una sonrisa en su rostro respondió —Bueno te estaré esperando, nos vemos— y por último se fue a su asiento ya que el receso había terminado.

No tome nada de atención a la clase aún seguía pensando en toda mi vida, lo que pase, mi vida ya no volvería ser la misma después de todo, ya veía mi entorno de forma diferente y la lista de personas que odiaba iba creciendo pero se resumía en 4 personas. 

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Al llegar la noche estuvo todo tranquilo, soñé con lo de siempre pero ya no me asustaba, esta vez tomaba esos sueños sangrientos como mis propios “tutoriales” para divertirme luego.

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Día de la fiesta

No pensaba en ir a aquella estúpida fiesta, ni loca, pero necesitaba ir a caminar de noche ya que en el día hay demasiada gente en las calles que arruinan mi concentración, además debo de tener planes de respaldo por si algún día tengo una “situación”, así que pedí permiso a mi padre para salir pero como sabía que no me dejaría ir si solo le digo que voy a caminar, tuve que poner de excusa a la fiesta y me dijo que sí, mi plan era caminar en las calles solo para pensar y perderme en fantasías que implicaban cuchillos, tijeras y candados.
Me vestí con lo primero que encontré, no me esforcé por quedar bien pues  no necesitaba estar de gala si solo voy a la calle. Me puse un Jean negro, una palera simple de color blanco entero, nunca me gusto las cosas exageradas, y una sudadera de color plomo oscuro era casi negro, me cepille un poco el cabello y me dispuse a salir. Le dije a mi padre que tardaría así que podía hacer lo que quisiera.
Ya eran casi las 12 am y solo caminaba por las calles, no traía mi celular, tenía solo mis llaves, ambulando por ahí  pensando en voz alta, empezaba a planear estrategias de escape y perfeccionaba las cosas que solía ver en mis sueños, recordar eso me inspiraba a crear en mi mente situaciones que solo personas dementes podrían entender y disfrutar, cosas de cómo deshacerme del cuerpo, era fácil concentrarse con el silencio que solo te puede dar una calle alejada a la media noche.
La magnífica imaginación que tenía me enloquecía totalmente, haciendo que camine sin ver por donde estaba, cuando algo me desconcentro y al darme de cuenta estaba en una especie de túnel oscuro, lo digo así porque este era como un pasaje subterráneo de unos 15 metros que iba por debajo de la avenida. Por lo visto tenía que pasar por ahí para irme a casa, empecé a caminar y llegue a la entrada de ese túnel, estaba casi todo oscuro, al parecer la mayoría de las luces que habían no funcionaban, entonces la única luz que iluminaba estos rincones era la luz que la luna proyectaba, pero ésta solo llegaba a iluminar la entrada y salida de aquel pasaje, no me daba miedo ni esas cosas, me daba asco la poca higiene que tenía. <<Que olor tan repulsivo>> pensé mientras un quejido se empezó a escuchar:

—¡N-no!.... detente estas ebrio ¡ahhh!— Gritó una voz femenina que claramente estaba desesperada.

Después se escuchó a una voz masculina que estaba alterada 
—Estas muy hermosa, serás mía...¡Ugh! —.

—N-no d-detente porfavor...— Gritó una vez más aquella voz femenina tartamudeando del miedo. Al oír todo esto entendí lo que estaba pasando, hasta el momento yo estaba parada en la entrada sorprendida. Entonces pensé <<Que mierd...>> y cuando avance un poco más vi a un chico que estaba tratando de abusar a una chica, no pude ver sus rostros estaba demasiado oscuro, solo veía sus siluetas, entonces yo solo agarre al tipo, lo jale de su camisa y le di un golpe fuerte en la parte lateral del cráneo, después el cayo al suelo casi inconscientemente, no es que lo haya matado, no, con un golpe como le di solo le causaría como máximo contusiones severas, no me arriesgaría a incriminarme, así no, hay un testigo. Aquel tipo cayó fácilmente  porque  estaba ebrio, lo había notado por qué desprendía olor a alcohol.
A pesar de aquel golpe el tipo se despertó y trato de levantarse a lo que yo le di unos golpes más, pero en estos no contuve mi fuerza, <<imbécil, ¿aun te puedes levantar?>> pensé, a decir verdad también me estaba desquitando con él, luego de unos golpes mis ojos ya se habían acostumbrado a la oscuridad y pude diferenciar el rostro peculiar de aquel chico...

<<maldición, no puede ser…>>

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Algo No Encaja....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora