— ¿Esa no era tu curiosidad? ¿Saber cómo asesinar a un vampiro?— Da vueltas a mi alrededor de modo amenazante, el mismo modo que tienen los depredadores frente a su débil y frágil presa.
— Si— Admití— Pero jamás lo pregunte con la intención de hacerles daño a tus hermanos o a ti— Le aclare rápidamente, sintiéndome intimidada, era la primera vez, después de tanto tiempo que me sentía así con el.
— Es gracioso que lo digas— Volvió a ponerse frente a mi— Porqué aunque lo supieras, ni siquiera podrías intentar tocarme con tus patéticos reflejos humanos— Asegura mirándome fijamente a los ojos, trago en seco y paso del a la espada que trae firmemente agarrada del mango, es grande y con un filo que brilla cuando la luz golpea en el— Yo me aseguraría de acabar contigo en lo que parpadeas— Volví a verlo.
Román practicaba esgrima, siempre lo encontraba en este lugar de la mansión en una completa soledad, le gustaba hacerlo sin camisa, tal vez para sentirse más cómodo. La forma en la que movía la espada y se desplazaba por la estancia, me hacia recordar a los antiguos caballeros de la edad media que combatían en las guerras.
— Si estás tan seguro de eso, ¿Por qué no me lo dices?— Lo desafío con la mirada mientras alzó una de mis cejas— ¿O es que el señor Román Salvatore duda de sus propias palabras?— Cuestiono y sus peculiares ojos verdes centellean.
Sin esperarlo toma una de mis manos y pone la espada en ella, me ayuda con una de sus manos a sostenerla firmemente— Lo miro sin saber que pretende— Aunque este se encuentra concentrado en que sostenga el arma en mi mano, cuando lo hago siento su peso ya que el alejo sus manos de las mías, penetra mis ojos con los suyos y su semblante cambia al de un león alterado.
— Levanta la espada— Ordena y no lo hago, no puedo, no tan solo por el peso, sinó porqué tengo un mal presentimiento de lo que pueda venir después— Obedece, Andy— Insiste y me niego, entonces lleva sus grandes manos a la mía, encerrándola en estas para así levantar la espada.
— ¿Qué pretendes?— Lo confrontó y el vuelve a mirarme a los ojos.
— Enseñarte como matar a un vampiro— Inmediatamente después de decir esto, se acerca a la espada y la punta perfora su pecho desnudo, justo sobre el corazón, me alarmó.
— ¿¡Qué demonios haces!?— Le grito horrorizada, mi mano tiembla entre las del y me esfuerzo por soltar la espada, pero simplemente no me deja.
Román no responde y avanza más hacia mi, la espada se incrusta en su carne y la sangre oscura empieza a brotar de la herida— Su cuerpo se tensa— Sus ojos se abren un poco más hasta que finalmente el filo del arma traspasa su cuerpo y a la vez su corazón, su respiración se entrecorta y sus ojos van a los míos lentamente, entonces me doy cuenta de que ya no se mueve y lo poco que lo hace, le cuesta demasiado.
— Tienes veinte segundos para matarme— Habla con dificultad, soltando las palabras en un hilo de voz— Solo veinte segundos de paralización en un vampiro le bastan a cualquier persona para asesinarlo— Explica— Eso es lo que hace cuando atacas el corazón de un inmortal, después de haberlo hecho, tienes que quitar la espada, cortarme la cabeza y quemar mis restos, es la única forma en la que podrás destruirnos— Poco a poco vuelve a la normalidad y comienza a moverse con mayor libertad, entonces quita la espada de su pecho con lentitud, su rostro se contorsiona en una expresión de dolor cuando la extrae completamente de su pecho goteando de su sangre.
Suelto la espada, sin poder creer lo que había hecho y antes de que cayera al suelo, Román la sostiene en una de sus manos, recupera el aliento y bajo toda la sangre que cae por su dorso veo que la herida en su pecho se cicatriza con rapidez, entonces vuelve a mirarme.
— Estas demente— Mi corazón late con tanta fuerza que me duele, jamás espere que hiciera algo como eso.
— Si desaprovechas ese tiempo, estarás muerta— Aclara ignorando mi comentario— Y si te lo digo, no solo es porqué este seguro de que no podrás ni siquiera intentar hacerlo, si no porqué se que no lo harás— Se acerca a mi nuevamente he inclina su rostro al mío— Pero para ser honesto, si es que he de morir, prefiero que sea por tu mano, ya que ninguna otra persona podría hacerlo— Su mano libre va a mi mejilla y acaricia mi pómulo con su pulgar, mientras pega su frente a la mía— Tú eres la única que puede lastimarme, Andy...
XoXo
¡¡¡Hola!!! Voy de a poco subiendo los capítulos para su entretención, no se olviden de votar y comentar para ver el apoyo a la novela😉 Besos😘😘
¡Gracias, Totales!😍✌🏻IsaBiLove💋
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Atrapada Por El Sexo
VampireEn todos los libros, películas y novelas, la chica buena siempre se enamora del chico bueno, de ese chico genial he incomprendido el cual es un ángel con disfraz de demonio... Todo un cliché. ¿Qué tal si la chica buena se enamora del chico malo? ¿Qu...