Me desperté, en medio de un cuarto muy oscuro, todo estaba en silencio que, lograba inhabilitar mi sentido del oído. Había una puerta, así que, solo me levanté y caminé hacia ella. Intenté abrir en varias ocasiones, sin lograrlo.
Cuando yo me encontraba distraída y pensando en cómo salir. Una voz bastante suave resonó desde el otro lado de la puerta - ¡Jéssica! - dijo en un susurro.
Me puse de pie y caminé lentamente para tratar de escuchar - ¿Quién eres? - dije con una voz quebrada.
No hubo respuesta alguna. Pocos minutos después la misma voz regresó, pero esta vez con un suave toque a la puerta, - ¡Jéssica, corre! - repitió durante unos segundos.
Después de que la voz se fue, corrí desde un lado de la habitación, hasta la puerta, para tirarla abajo, logré hacerlo.
Afuera estaba mucho más oscuro, sin señales de personas. De pronto, el ambiente se tornó frío y, una voz bastante escalofriante se escuchó en un pequeño corredor, el cual estaba a mis espaldas, - ¡Corre, Jessica! - dijo, para después correr hacia mí.
Me acerqué a una pequeña casa que, estaba casi destruida y, tomé un cuchillo que estaba sobre la mesa.
Corrí hacia la salida, pero, al abrir las puertas, regresé al mismo punto. Entonces, algo saltó en mí y me rasguño el brazo. En medio del dolor, producido por el corte en el brazo izquierdo, tomé el cuchillo y se lo clave en una parte de su cuerpo, para después salir corriendo, rumbo la vasta oscuridad.
No sabía dónde estaba, solo corrí y corrí, hasta llegar a una pared destrozada, busqué un arma con la cual defenderme, era un palo, lo partí a la mitad, para poder usar la parte afilada. Me quedé sentada, esperando a la criatura, cuando de pronto, escuché a alguien correr del otro lado de la pared, me levanté lo más rápido que pude y le clavé la lanza en el pecho.
Observe a mi enemigo, para darme cuenta de que, era yo - ¡JA, JA, JA, JA! - dijo con voz macabra, sin importar la lanza en su pecho - ¡Jamás podrás salir de aquí, eres mía! - expresó de forma amenazante. En ese momento, Jéssica se dio cuenta de que repetía lo mismo una y otra vez, para enterarse de que, estaba en coma. No podía pedir ayuda, solo estaba allí, luchando por salir, hasta agotar todas sus fuerzas.
Jessica estuvo corriendo de un lado a otro, luchando una y otra vez contra ella misma, sus fuerzas estaban acabando y ya estaba comenzando a rendirse, porque no sentía que pudiese salir de ese horrendo lugar jamás. Solo caminó hacia un lugar en una esquina, se sentó y suspiró -Ya quiero verlos. Mamá, Papá- dijo, con una voz bastante baja, en la que solo ella pudiese escuchar lo que decía.
El tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos, y cuando menos se lo esperó, ese siniestro y frío lugar se tornó cálido. Se puso de pie y comenzó a caminar, sin rumbo aparente. Lo que era más extraño, es que las criaturas no estaban atacando, todo quedó en completa calma, y sintió como si alguien la llamase hacia un lugar específico. Porque caminaba sin rumbo, pero con la corazonada de que iba en la dirección correcta.
Caminó y caminó, hasta que de la nada su cuerpo comenzó a desvanecerse en medio de la noche, y de repente despertó de golpe, con los ojos llenos de lágrimas.
Miró a todos los que estaban en el cuarto con ella, y comenzó a llorar mientras decía -Yo yo yo no quiero regresar a ese lugar, estaba frío y cosas me atacaban, por favor no me dejen ir- corrió y abrazó a su madre, sin pensar en si era o no la real, hasta que se percató que había escapado de aquel siniestro lugar.
Cuando se calmó, ella comenzó a relatar lo poco que recordaba de aquel lugar en el que estaba atrapada, y con un pequeño suspiro, se recostó y sonrió radiantemente -Desde ahora, no volveré a desperdiciar cada minuto de mi vida- dijo, cerrando los ojos, para después descansar de aquella tortura que había recibido.
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Dulces Sueños Jéssica
Misterio / SuspensoLos sueños son un misterio, sus infinitos bucles son bastante aterradores, pero cuando estás atrapado de forma permanente, aprendes a sobrellevarlos, es por eso que tenemos esperanza y nos aferramos a vivir.