Número 2

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|Frío invernal|


Vuelvo en si, pero no lo suficiente como me gustaría. Siento como si el frío me traspasará hasta el alma; observo mis manos, las cuales están demasido pálidas entrando casi a un color azulado y morado, ni siquiera puedo moverlas.

Siento que no tengo fuerzas, si tuviera que levantar una pluma de ave no podría lograrlo.

Mis sentidos comienzan a apagarse poco a poco, pero cuando estoy apunto de rendirme, logro escuchar algo...

"Voces"

Por un momento pienso que hay una chispa de esperanza, que quien sea me ayudará, pero luego recuerdo que ni siquiera se donde estoy, ni el tipo de gente que hay aquí.

—Este es mi fin. — susurro.

Intento tomar impulso pero solo logro moverme un poco, solo he conseguido lastimarme y soltar un jadeo de dolor, ¿a llegado acaso mi fin? Dejo de pensar tanto y vuelvo a la inconsciencia.

Al otro lado cercano se encontraban dos soldados, encargados de asegurar el lugar para establecerse.

—Tú ve por allá y yo por aca. — indica el primero a su acompañante.

—Muy bien, nos veremos en este mismo punto— se limita a responder mientras comienza su andar.

El primero desvía la mirada de la dirección por la cual su compañero a ido, dirigiendola al otro lado. El bosque estaba tenuemente iluminado, las ráfagas indicaban que la tormenta estaba cerca.

Avanzó dando una inspección rápida al lugar, rogaba que en cualquier momento la capitán hablara por el intercomunicador y les ordenará volver. Sin embargo, continuó avanzando.

—GN- 5479, no he encontrado nada por allá— indicó su compañero, llegando a su lado.

—Yo tampoco he visto nada, la tormenta está a punto de llegar, debemos volver y avisarle a la capitán— informó.

—Entonces vámonos— giró para regresar a la nave, donde seguro los otros ya estarían esperando. Detuvo su andar cuando se dio cuenta que su compañero se había quedado quieto observando algo a lo lejos—. GN, ¿qué ocurre? Debemos irnos— avisó.

El otro simplemente avanzó al frente, en el suelo había una silueta femenina.

—¿No lo ves?— dice sin apartar la vista de la figura, es ahí cuando el otro decide mirar al mismo lugar.

—¿Es una chica?— levanta sus manos apuntando su blaster. — ¿Estará viva?

—No lo sé, veamos— indica con una señal a su compañero que siga alerta, mientras comienzan acercándose cautelosamente. — Quizás este congelada, ¿cuánto llevará acá?— el otro solo levanta los hombros en señal de no tener ni la más mínima idea. Cuando están lo suficientemente cerca uno de los soldados toca  la muñeca de la chica, su pulso era débil, pero estaba viva. La chica seguía respirando. 

—¿Entonces?— pregunta su compañero con curiosidad.  El otro voltea y suelta un leve suspiro mientras toma a la chica en brazos.

—Sigue con vida.

Desperte adolorida en una camilla. Estaba entre cuatro paredes blancas, era una pequeña sala bien iluminada. Todo el lugar parecía bastante avanzado, tan irreal para ser de la tierra.

[REESCRIBIENDO] |SIEMPRE LA PRIMERA ORDEN | General Hux | SWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora