SEPTIEMBRE DEL 2000 (2do día, parte 2)

3 0 0
                                    

Querido diario:
No podía seguir escribiendo, lo que pasó ayer, de verdad fue demasiado para escribirlo de un tiro. Creo que ya ordené mis ideas. Como te decía, me encontré a Jaqueline. No sé si ya había puesto su nombre.

Bien el caso es que mencionó a Franco y me quedé congelada, por primera vez en casi un año no había pensado en él por muchas horas, pero, por qué? Hasta hace unos días no paraba de pensar en él y ahora ni siquiera me había acordado de su existencia. En serio se debía a Alex?, podía una mirada borrar un sentimiento que yo creía constante.

Mi cerebro le estaba dando vueltas a lo absurdo de aquello, por lo tanto no oí una palabra de lo que "Jaqui" me dijo. No hasta que se quedó callada de golpe y con un ademán me indicó que volteara. Yo así lo hice y giré para ver al muchacho de quien habíamos estado hablando ir cruzando la puerta del plantel.

Su estatura siempre me impacta, su cabello lacio, pero lindo, su expresión indiferente como si estuviese en otra frecuencia, su andar tranquilo. El verlo volvió a encender algo dentro de mí y sin querer empecé a comparar a ambos varones.

Alex era más alto que yo, aunque apenas por unos cuantos centímetros, en cambio Franco era poco más de una cabeza más alto, además su piel era blanca con apenas un toque de color en sus mejillas y Alex tenía piel bronceada. El cabello de este último era negro como la noche y Franco lo tenía castaño cobrizo. Acaso me gustaban ambos? Podían gustarme dos hombres de apariencia tan distinta? Además con Alex apenas y había cruzado palabra, mientras que con Franco solía platicar a menudo.

Franco y yo fuimos compañeros en el tercer curso, nos encantaba el ánime, le íbamos al mismo equipo de soccer, nos gustaba jugar a dicho deporte, teníamos amigos en común y hasta habíamos ido a un par de convenciones de cómic con nuestro grupo de amigos.

Entonces, si éramos el uno para el otro, por qué había bastado con mirar a los ojos de Alex para que mis sentimientos por Franco flaquearan? Pero ahora al tenerlo en frente me di cuenta que lo de Alex era una tontería, seguro un capricho infantil, después de todo sólo cuento quince años. Me convencí de ello y decidí llamar la atención del chico que de verdad me gusta.

-Franco!! -exclamé con un volumen apenas necesario para sobrepasar el leve barullo de la explanada. Él volteó de inmediato y al localizarnos esbozó una sonrisa y se nos acercó.

Me saludó con un beso en la mejilla y después hizo lo mismo con "Jaqui", yo recordé que cuando nos conocimos solía saludarlo con el clásico choque de puños que usaban todos los chicos de la escuela, pero sentir su mejilla junto a la mía era millones de veces más agradable y me ilusionaba en que me veía más como mujer a como uno más de su grupito de amigos. Era como un avance.

-No te vi ayer -comentó él mirándome con sus ojos de avellana- en qué grupo te quedaste? Adrián y "Jejo" te estuvieron buscando -dijo refiriéndose a los chicos con los que mejor me llevaba, mucho mejor que con cualquiera de las chicas que eran mis compañeros.

-Me cambiaron a la mañana -contesté con tono abatido.

-Que lástima, juegas muy bien y Adrián ya estaba pensando en inscribirnos en el torneo, parece que van a aceptar equipos mixtos.

Hasta hablar así con él fue que me dí cuenta de cuanto le extrañaba y como mi vida había dado un giro, yo tenía amigos, un lugar en la tarde, un interés amoroso. Ahora no tenía nada, sólo un espejismo tonto, me negaba a estar enamorada de alguien sin siquiera conocerle, era a este chico frente a mí a quien quería.

Cuando al fin se despidió "Jaqui" hizo un sonido desaprobatorio con su boca, me dijo que debí declararme, que no tenía ya nada que perder, pero a mi parecer sí tenía, si Franco me rechazaba no podría volver a tener la relación de amistad que habíamos forjado. De todas formas haría lo que fuera para verlo seguido, aunque eso significara quedarme a esperar que llegara y, tal como me pasó hoy, no poder ir a divertirme a los videojuegos.

Qué debo hacer, por qué antes de terminar de escribir vuelvo a pensar en los ojos de Alex.

Diario de un Amor Platónico (Basado en hechos reales) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora