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— ara, buenas noches pequeña  (Tn) — dijo una señora de mayor edad. Los agarró cuando estaban a escasos metros de la casa de su destino

— ah Buenas noches, señora Satou — saludó (Tn) — Buenas noches Conti — saludó a la hija que estaba del brazo con su madre.

—  Buenas noches — respondió la otra mujer

— ¿Quien es éste joven? ¿Acaso será tu novio? — dijo la anciana y terminó soltando una pequeña risa, supuso aquello al verlos de la mano. La reacción de ambos fue ponerse rojos, (Tn) tuvo una reacción más notaria

— ¡Mamá! — regañó la hija

— ¡N-no! ¡Él en un héroe, Fat Gum!

— ah... es una lástima, sé ven muy lindos juntos — posó una mano en su propia mejilla

— mamá, ya para  — suplicó su hija en un susurro que todo los presentes escucharon

— bueno, bueno, ya vamonos — respondió la anciana — un gusto conocerlo, Héroe

— un gusto...— dijo sonriendo apenado, viendo como pasaban caminando a su lado. Ambos quedaron en silencio y además en sus lugares, un ambiente tenso se formó hasta que Fat Gum decidió romperlo

— ya, ya casi llegamos — siguieron caminando hasta llegar. Estaban de la mano, pero ahora ambos se sentían extraños  —  el portón está justo detrás.

— ah muchas gracias, Fat

— ¿Cómo la pasaste?

— la pasé muy bien... Muchas gracias, de verdad — sonrió — fue entretenido, estoy muy satisfecha —  con su mano libre tocó su abdomen

— eso es muy bueno — sonrió complacido  —  tu madre estará muy feliz ahora que comiste — al escuchar aquello, la sonrisa de la joven se fue borrando poco a poco hasta desparecer, sus cejas también bajaron a una posición normal y sus ojos perdieron brillo. Esa expresión hizo percatarse al héroe de que quizá, había arruinado la velada.

— entiendo... — su voz se escuchaba desanimada — gracias por todo... —  dio una reverencia y giró sus talones estirando su mano para abrir el portón, lo recordaba, así logró abrirlo con facilidad

— espera, (Tn)  — pero ella ignoró sus palabras e ingreso. Fat Gum vio como ella no iba hacia la puerta principal sino que siguió hasta el patio trasero. Justamente la señora Karasuma salió a tiempo para ver a su hija

— (Tn) — dijo, pero también la ignoró, la progenitora giró a ver al héroe que también tenía una mirada preocupada.

(Tn) apoyó su espalda en el muro que indicaba el final de la casa, apenas cruzó el portón  una lágrima se le escapó, sentía muchas cosas: enojo, impotencia, decepción, tristeza... estas se manifestaron en más y más lágrimas. Escuchó pasos, acompañados por la voz su madre diciendo su nombre con inseguridad y preocupación.

— hija — ya se encontraba frente a ella — ¿Qué pasa?

— ahora no quiero hablar contigo, mamá... —  trataba de controlar su voz para que esta no se rompiera.

— ¿Por qué?

— entiendo lo que quieres hacer, pero no lo hagas, por favor... no vuelvas a  hacerlo, sólo me confundes y me haces, me haces SENTIR UNA NIÑA INÚTIL  — su rostro expresaba perfectamente su dolencia, en aquella últimas tres palabras sin querer había elevado la voz, no pudo contenerse— lo siento, pero ahora quiero estar sola... por favor — la señora Karasuma entendió que era uno de esos momentos en los que se necesita estar solo, para calmarse y ordenar sus ideas, así que sólo se alejó sin decir nada pues si lo hacía, lo haría con un tono entristecido que arruinaría su momento de meditación después del llanto. (Tn) se quedó allí por al menos hora y media, aún que ya había recuperado la visión ignoraba que su hermanita la observaba con preocupación desde la ventana, . Lucy fue hasta el patio de enfrente sólo por comprobar la temperatura, la brisa fresca levantó sus poros, se metió rápido a la casa, buscando una frazada y un dulce con forma de arco iris, se dirigió hasta el patio trasero arrastrando la frazada y cubrió a su hermana, luego le extendió el dulce el cual (Tn) miró un segundo para luego ver a su hermanita, que le ofrecía una sonrisa, ambas estaban en silencio, al recibir el dulce, Lucy se acercó hasta besarle la frente, luego se giró pero tuvo otra idea que quizá ayudaría, volvió hasta donde su hermana para sentarse a su lado. (Tn) también la cubrió con la frazada y así ambas se quedaron en silencio. Unos minutos más y la pequeña ya había quedado dormida, (Tn) estaba comiendo el dulce lentamente, realmente sus ganas de comer eran inferiores a las de siempre, pero fue un gesto de su hermanita que no pudo despreciar.

Mis Oídos Te Conocen - FAT GUM X LECTORA (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora