-¿Mañana?-asentí y el se quedo pensando un momento-Creo que si, saldré con Steph ¿porque?-mire hacia el piso, triste, negué con la cabeza
-Por nada-suspire. Tome un lápiz y comencé a hacer garabatos en mi libreta, me daba pena ver a Nicholas a la cara
-Bien-tomo el libro y continuo hablando. Yo no ponía la más mínima atención.-Katy ¿Me estas escuchando?-lo mire de reojo y asentí-Pues no parece-lo mire y mordí mi labio inferior fuertemente
-¿Steph es tu novia?-pregunte sin más, muerta de nervios
-¿Disculpa?-dejo el libro sobre la mesa y me miro fijamente
-Yo...Solo-mire hacia el piso-Lo siento-escuche como reía
-Katy, Steph es mi hermana, y no lo sientas, está bien-tomo mi mano, que se encontraba sobre la mesa y acaricio delicadamente mis nudillos-Salgamos el domingo ¿te parece?-alce mi mirada. Una estúpida y gran sonrisa se quería extender por mis labios, quería saltar, abrazar a Nicholas y llenarle su rostro de pequeños besos
-Me parece perfecto-sonreí y juguete con mi lápiz.
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Domingo.
Estaba tan entusiasmada por la cita con Nicholas, tenía un hermoso vestido azul y unas hermosas zapatillas del mismo color. Me sentía tan bien conmigo misma, mi cabello estaba recogido en un moño y tenía la sonrisa más grande de mi vida.
Camine al parque donde quedamos en encontrarnos Nicholas y yo. Me senté en una banca a esperarlo. Habíamos quedado que a las 3:30 aun faltaban cinco minutos así que no me preocupaba.
4:30 y hay seguía sentada jugueteando con mis pies, mirando el piso. Me sentía humillada, tonta, decepcionada, nunca pensé que Nicholas me fuera a plantar de esta manera. Me puse de pie y comencé a caminar en dirección a mi casa.
Solté un suspiro y limpie una rebelde lágrima que resbalaba por mi mejilla, no quería llorar, no aquí, no por él, no por esto.