Enchantress

21

Más entrada la noche Jhuliana y Nyah estaban haciendo su tarea entre risas y juegos

Octubre sonrió sinceramente feliz de verlas a pesar de todo, alegres y unidas.

Estaba parada en una de las ramas más altas de los árboles cercanos y podía verlas a través de la venta.

Las únicas amigas que Octubre había tenido hace siglos habían vuelto a sus hogares natales después de terminar de estudiar en Enchantress. Las extrañaba como una pieza grande y latente de su corazó

Necesitaba hablar con alguien o iba a volverse loca... Pero no podía exponer estos problemas, según ella, tan superficiales y tontos a sus sobrinas que por ahora ya tenían bastante en que pensar con su vida amorosa andando.

De repente algo cambió sus emociones de niña por alerta

Bajo del árbol en un tronar de dedos y apareció justo frente a las lindes del bosque negro

-¿Qué haces aquí?

Apesar de lo tosca que pudiera sonar la pregunta no llegó a ser grodera.

La figura ancha, robusta y alta de un hombre parado frente a la nueva barrera que su hermano había creado momentamenten contestó.

-Se siente algo extraño

Octubre camino hasta ponerse a su lado, miró la barrera y después a él

-Es fuerte... Resistirá

Emyl sonrió sin mirar a su hija

-Sabes que no me refería a eso.

Octubre suspiro antes de quitarle la mirada y posarla más allá de la barrera

-Si

Musito

-Se siente como si algo malo estuviera a punto de pasar

Emyl suspiro, se dio la media vuelta, no sin antes dedicarle una media sonrisa a su hija y avanzó por el bosque, alejándose de la sensación que le producia malestar

-¿Por qué no vino mamá?

Preguntó Octubre igualando su paso

-Está atendiendo el parto de una emisaria en Roguen. Pero apuesto que aún allá ella puede sentirlo.

Octubre dejó de seguirlo, mirando el suelos pensando en lo que estaba a nada de desir.

-¿Quieres contarme algo hija?

Emyl la miró por enzima del hombro sin detenerse

Ante su silencio, detuvo sus pasos y se volvió para mirarla

Octubre aún miraba el suelo... Después al bosque

-Estoy genuinamente asustada

Emyl frunció el ceño y miró en la misma dirección que ella

-¿alguna visión?

Octubre negó suavemente

-Nada... Todo está tan... Callado.

Guardo un minuto de silencio para después decir con una risita histérica

-No se que sea peor... Escucharlos todo el tiempo o permanecer sorda y ciega ante su presencia.

Emyl se acercó a ella con lentitud y puso su mano en el hombro de la morena

-Hace meses que ningún indicio es verdadero, ninguna visión es sólida... Es... Como si mi poder me estuviera abandonando