Esclavo

628 21 5
                                        

Pt. 1: Mío

Esta historia se les hará parecida, una niña secuestrada y con sus padres muertos, corriendo peligro de ser vendida y prostituida, una historia muy sonada No? Pues si... Pero no en todas hay un salvador.

-Mikasa...

- Qué? -no trate de mirarlo y simplemente seguí mirando el suelo.

-Revisa la mercancía .- No conteste e hice lo que me pidió pero en mi camino choque con un chico que me era muy familiar, sin embargo lo ignore y revise la caja que estaba a sus pies, aunque algo me picaba, sentía que debía llevarmelo, lo mire levantado sólo la cabeza.

-Mikasa... te gustó o por qué estas así?

-No habrá trato si no me dan a este. -todos incluido él, me miraron y él jefe contrario simplemente soltó una carcajada.

-Para qué lo quieres? Mikasa! Él no es nada.

-Pues si no es nada damelo y ya. -aparentemente al muchacho le molesto que habláramos de él como si fuera mercancía y el jefe dejó de reírse y se acercó desafiante.

- Qué estas insinuando?

-Nada que no sea lo que escuchas. Quiero a este hombre y ya, no es nada para ti, cierto? Entonces no veo el problema de que sea mío.

-No... Él es incontrolable. No podrás con este hereje.

-Soy fuerte, mucho más fuerte que usted y se puede quedar ahí sin hacer nada mientras él lo domina totalmente, pero yo no. -me levante y el cabrón me tiro al suelo.

-Y si eres fuerte por qué estas ahí?... Te dije que no, y es no. - me levanté y le pegue en la mejilla con toda mi fuerza, cosa que para su desgracia hizo que se cayera.

-Yo soy el control dentro de todo esto, sin mi, ninguno es nada. Aunque te tengo una pregunta. -totalmente enojado se levantó y me miro esperando la cuestión.- Para qué te agarras tanto a él si no es nadie.- entre cerró los ojos y se me acerco desafiante.

-No te incumbe.

-Esta bien, ella tiene razón. Dáselo y ya. -uno de mis compañeros ya quería irse y arreglarlo de una vez.

-Pues es tuyo. - me emocioné un poco, más no lo demostre. Él desencadenó al chico y agarré al joven del brazo. Fue extraño porque no opuso resistencia alguna en ningún momento y dejó que lo llevará sin decir nada en todo el camino hasta llegar a mi cuarto.

- Qué tramas? -le quite las esposas y él simplemente me miro.

-Nada... me libraste de ese infierno. Pero no será fácil dirigirme. -saque un poco de ropa que era de mi padre y la puse en la cama, luego de eso me puse encima de él y le agarré de la camisa.

Pequeñas Historias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora