Pov's Owen
- Por el amor de Díos Jasmin, solo ven al menos una hora, te estoy rogando - mi voz se formó más gruesa y ronca de lo normal - y tú más que nadie sabe cuánto me jode rogar.
Ay mujer, maldita mujer desalmada
Es TÚ hijo
En serio...¿No vendrás?
No puedo creerlo
Eres una maldita alcohólica y drogadicta
- Es tu hijo - reclamaba por la línea de el teléfono - es su maldito cumpleaños!, Jamás estás aquí, jamás. De verdad, ¿Quieres que tu hijo tenga esa imagen de tí? - mi tono cabreado subía cada vez más - No, no te atrevas a colgarme Jazmín - y como si la adversidad fuera juego le colgó.
Tenía ganas de gritar, esa mujer me volvía loco, y no en el buen sentido.
Estaba a punto de estrellar el teléfono contra el suelo, cuando veo mi hijo con los ojos húmedos, como si quisiera llorar.
Por favor, no
No llores por esto, ella no te merece
- Ella no vendrá, ¿Verdad? - su voz era quebradiza, se me partió el corazón cuando lo escuché.
- No...ella tiene trabajo, pero pasarás un día con - alargue la "o", tratando de emocionar - Papá.
Dije tratando de animarlo, lo tome en brazos con una enorme sonrisa, pero eso a mi niño no parecía animarle para nada. Su mirada mostraba nada más ni nada menos que auténtica tristeza.
- Ella no me ama ¿verdad? - su voz era apagada, más apagada de lo normal. Sentí como si me apuñalaran el corazón.
- No digas eso, mira, mira lo que te hizo papá - lo senté en la mesa, mi mano se posó sobre su cabeza acariciándolo mientras que con la otra, tomaba el desayuno de el mostrador de mármol. - ¡Tu increíble padre te hizo Croissant! -
- ¡No me mientas!, ¡Sé que los compraste!, ¡Eres un mal cocinero! - su sonrisa resaltó ante su respuesta. Y era cierto, lo soy, pero mi orgullo no me permite admitirlo.
- No le falte el respeto a tu progenitor y ya come - le doy y leve empujón en la cabeza y lo miro comer.
Parece que solo fue hace unos meses que lo tuve en mis brazos, y un hombrecito. Mi memoria viaja a varios de mis recuerdos, a cuando no podía cuidarlo solo, cuando se enfermo por primera vez y no sabía que hacer, sus peleas con otros niños. Nunca ganó una, en todas regresaba con una buena paliza en la cara, pero jamás se rindió.
- Además, tu madre dijo que esta vez si vendría, que está ansiosa de verte - con una sonrisa " encantadora " mire a mi hijo.
Esto será una catástrofe del tamaño de Rusia y China juntos.
El solo sonrió y siguió desayunando. Miró su teléfono, pronto debía ir al trabajo y dejar al pequeño sonrisas en su guardería. Guarda su teléfono adentro del pantalón y siente como algo choca contra el teléfono. Extrañado, mete la mano más profundo y se encuentra con unas llaves.
Y, ¿esto?...
En otro lugar, Nicolette estaba completamente segura que había dejado sus llaves de la casa en el mostrador, no iba tarde a su trabajo, su horario empezaba en la tarde y cuidado en la guardería era a las 3:30 pm, así que estaba bien.
Pero aún así no podía confiarse, eso de "aún tengo tiempo" siempre le salía mal. Terminaba llorando de frustración y llamando a su mejor amigo para que viniera a su rescate.
-- ¡No! Mi orgullo va primero y ni muerta llamo al burlón de Alex para que me abra la puerta.
-- Nunca!
3 horas más tarde
- Nicolette, se me sincero, ¿Dónde guardas tu cerebro?, No lo dejaste también tirado en la calle por ahí ¿no? - La fuerte risa del asiático se hizo tronar en todas partes del cubículo.
La pobre morena lo único que hacía era arrugar la nariz y morderse la lengua, al final, lo había llamado.
- Nunca digas nunca, decía mi madre
Pensó, y poniendo sus ojos en blanco con irritación, siguió trabajando, pero en esos momentos, sus ojos se cruzaron con los de Evan. Él, como de costumbre, cada vez que eso pasaba, por unos segundos sus ojos muestran al hombre que amaba, y ama, pero luego salía una fiera salvaje, de gélidas palabras y de actitud lastimera. Pero, oh por dios, su mundo se caía con tan solo mirarlo.
La realidad es que ella lo seguía amando a pesar de todo.
Aún lo quería.
Aún lo amaba.
Aún extrañaba sus besos.
Sus caricias.
Sus dulces palabras.
Sus ojos llenos de pasión.
Y sobre todo,
Extrañaba poder tener sexo con él.
Extrañaba sentirlo adentro de ella.
Pero debía dejar de pensar en eso, debía hacerlo, el había seguido con su vida, ya tenía pareja, y ella no, parecían felices y ella no. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por una mano en su hombro. Al girarse para ver, era Owen.
- Me imagino que esto es suyo - dijo sacando unas llaves de su bolsillo, pero no cualquier llave, SUS llaves.
En ese momento por inercia y instinto, gira la cabeza mirando hacia Alex, quien tenía la boca abierta y sus ojos rasgados más abiertos que nunca. Y eso solo significaba una cosa.
-" Ya se montó su película solos."
Volvió a mirar al hombre y su mirada de confusión se hizo presente. En ese momento el mayor entendió y se explicó.
- Jace las encontró en el suelo, y como tenía su nombre, solo quería entregártelas...- la morena solo asintió y tomo las llaves.
Por otro lado, Alex ya se había montado toda una escena porno en su cabeza imaginando cómo lo hicieron, una vez que rubio se fue, Alex empezó a fastidiar.
- ¡Maldita traidora!, Te lo guardaste todo y no me dijiste que te acostaba con el Sr. Owen! ¿Es bueno en la cama?, ¿Sabe lo que hace?, ¿Tocó el "timbre" antes de "entrar"? -
Le miró sorprendida, el maldito sabía que ella no respondería eso.
La morena en el fondo sabía que sería una larga tarde, y solo murmurando y rogando en sus pensamientos, unas 4 simples palabras, paseando mi cabeza; "Mañana será otro día".
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Mañana será otro día
Romance- Por favor, no se lo digas- Rogó la morena en un tono que sonaba más a pena que otra cosa. - No le diré esto yo, si tú no le dices lo que oculto- Dijo en un tono gélido el joven con mirada amenazante y fría. 🔱🌺🔱🌺🔱🌺🔱🌺🔱🌺🔱🌺🔱🌺🔱🌺🔱🌺🔱 Q...