♡🍓𝑬𝒍 𝑪𝒉𝒊𝒄𝒐 𝑫𝒆 𝑳𝒂𝒔 𝑭𝒓𝒆𝒔𝒂𝒔🍓♡

🍓7🍓

Un extraño sentimiento

Otra mañana en su oficina, la semana se volvió larga, ya quería volver al pueblo.
Quería saborear aquellas fresas y extrañamente quería ver al joven verdulero.

-Carlos, estás de acuerdo? -Pregunto un azabache con ojos azules que miraba al menor con unos papeles en manos-

-D-disculpa, Javier, estoy muy distraído este día
-Contesto con cierto tono de nervios, solo se limitó a dar un sorbo al café que llevaba -

-Tranquilo, a todos nos pasa -Dejo los papeles en su escritorio y dijo- Quería saber si podrías extender el proyecto de la semana que viene, ya que Miguel necesita comenzar con la faceta dos.

El menor sabía que eso implicaría más trabajo y más semanas en ese lugar, sólo asintió y vio cómo se fue aquel joven del que una vez estuvo enamorado

-Necesito mis fresas –Suspiro, dejo a un lado al café-

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Al fin llegó el momento de irse a casa, bueno...
Al departamento que compartía temporalmente con sus dos amigos.
Se había cambiado, ahora se encontraba con Ramón y Rubén.

-Pollo, donde está mi camisa blanca con azul? -Dijo casi gritando para que el albino lo escuche desde la ducha, siempre lo llamaba "Pollo, Pequeño, Pollito, Peli-blanco", dicen que son solo mejores amigos, pero todos saben que tienen una relación en secreto-

El de cabellos blancos y mechón rojo solo salió de la ducha con una toalla en su cintura y otra en su cabeza, dejando ver su torso blanco.

-En la parte superior del armario -sonrío mientras miraba el torso desnudo del mayor-

-Valla, Pequeño, ¿tanto así quieres? ~ -Dijo acercándose al menor-

-Si así fuera, ya estaría rogándote no
crees?~ -Sonrió al sentir el tacto de las suaves manos del mayor en su cintura-

-Yo sé que quieres~ -Sus respiraciones se mezclaban y sus labios se rosaban. Y las risas comenzaron, siempre "bromeaban" así, aunque ambos sabían que era real-

-Bien, me cambiaré ¿puedes voltearte? -Dijo con una sonrisa en sus finos labios-

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Ya era media noche, y el de cabellos castaños no podía dormir, un sentimiento extraño se le presento.

¿Que pasaría si alguien más comienza a salir con aquel joven de la verdulería?

¿Y si le sucedió algo?

¿Acaso lo extraña?

Las preguntas se hacían cada vez más presentes, desde que había comenzado a "salir" con ese chico, ese sentimiento que lo confundía apareció de repente.

-Mierda. Flex solo duerme, mañana tienes trabajo -Dijo suspirando para acomodarse eh intentar de dormir-

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¿Por qué siempre tenía una bolsa de fresas para compartir con aquel chico de ojos zafiro con el que compartía estas mismas debajo de aquel árbol de siempre?

Ambos mirándose con aquel deseo de un cariño de niños

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"El chico de las fresas "