I'm Friend with the Monster

CAPITULO 2

Sentí su presencia, busqué su rostro por todos lados hasta que de repente, ahí estaba. Mirándome de una manera familiar, como si él me conociera de hace mucho tiempo. Se acercó despacio hacía mí; sus ojos chocolate enfocados sólo en mí, su mandíbula dura y con rastros de barba lo hacían lucir salvaje pero era anormalmente hermoso. Cuando estuvo a 2 pasos de mí, extendió su mano hacia la mía y cuando estaba a punto de alcanzarla, sentí algo frío en mi cuerpo.

Abrí los ojos de golpe y vi a Robbie, mi pequeño hermano de 12 años con un vaso casi vacío en su mano derecha. Tenía la sensación de que por fin sería hija única, me levanté rápido y él empezó a correr hacía la puerta, pero justo antes de que llegara a ella, lo atrapé y empecé a hacerle cosquillas hasta que lloraba de la risa.

 

–Basta, basta…ALBA..¡BASTA!- Gritó. Lo solté. El pequeño criter estaba rojo y con los ojos aguados.

Y mamá apareció en la puerta. Genial, el día se pone mejor.

–Alba, ¿Qué le hiciste a Robbie?–

–¿Yo? Él vino a despertarme y me lanzó un vaso con agua FRÍA, mamá. Y no lo golpee, sólo le hice cosquillas. – dije con molestia. –Deberías controlarlo, parece una bestia salvaje–.

Mamá rodó los ojos, y miró a Robbie.

–Te dije que la despertaras no que le lanzaras algo, Rob.– dijo con un suspiro.

–Lo intenté mamá- chilló, –pero ella no me hacía caso, estaba besando a su almohada o algo así–.

¿Qué diablos? Mis mejillas se tiñeron de rosa.  Mamá me evaluó por unos segundos y luego sonrío. –El desayuno está servido, tienes 3 minutos para bajar sino llegarás tarde. Llevaré a Rob al colegio, así que toma el Bus. Nos vemos en la noche. –. Me dio un beso en la frente y salió de mi habitación con Rob delante de ella, cerrando la puerta.

Aclaremos esto, yo no estaba besando mi almohada. Y no es lo que piensas, yo no estaba soñando con Hoyuelos, ¿Ok?

Me vestí a la velocidad de la luz, tomé una polera, unos jeans ajustados y zapatillas. Fui al baño, arreglé la maraña salvaje que tenía por cabello y salí disparada de mi habitación hacía las escaleras. Fui a la cocina y pensé que era una broma. El reloj daban las 7:58 am y a las 8:00 am  el bus paraba a 1 cuadra de mi casa. Cogí mi mochilla y volé hacía la puerta literalmente, la cerré y corrí hacía la parada del bus.