Canto 6

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Lagrimitas comenzaron sin cesar. Van goteando mis clavículas, completa e insaciable ausencia de luz, solamente pude fugar multiples te amo por mi boca rebosando mis labios llenos de amor. No sé qué me ha pasado, es un sentimiento que quizás muchos habemos de sentir, tan incontrolable, mis dedos sienten las lagrimas al teclear, casi no responden, pero lo necesito. No me importa corregir esto, que sea lo más puro que pueda recodar de lo que he sentido en el momento. Yo te amo como no he amado, como quizás nunca lo haré y es con lo que me lleno la palabra en mi ignorancia, es la fortuna más grande de mi vida; abrazo y aprieto con todo el aliento a mi querida almohada como no tienes idea y como no lo he hecho, fue un grito fuerte de te amo e incontables de los mismos. Así como solamente Asano podría retratarlo.
Y sí, le dije a mi almohada en tu honor múltiples te amo desde lo más profundo del alma y corazón. Amor mío, siento que tú lo entiendes perfectamente al inmediatamente saberlo... Y eso me hace tan feliz...
Por un largo rato me he quedado así, ¿podrías si quiera trata de explicarlo con palabras sin implorar que mi más amado ser esté a mi dulce lado?
Jamás.
Es lindo, es desgarrador, es paniqueante, no te lo puedes creer, no puede asimilar que seguramente no eres la única que ha experimentado esta sensación a parte de él mismo, es decir, otras parejas, ¡¿es real?!, es que es tan único, tan etéreo, tan profundamente dañador y fortalecedor al mismo tiempo que incluso me quedé sin escucha por más de 5 minutos, no oía ni mis propios movimientos, las lágrimas me tomaron viva y el amor... Ese amor de no poder creerlo en el momento y que quizás no lo vayas a entender jamás. ¡¿Por qué yo?!
Sin querer sonar prejuiciosa, acomplejada o con problemas internos conmigo misma, claro está. Puedo decir con total seguridad: Me amo ahora y me haces amarme aún más. Ni en todas las vidas podré pagártelo. Gracias, mi amor, con toda la alegría del mundo, gracias.
Y es que...
Eres increíble, siempre lo serás, eres mi admiración, la luz de mis ojos, de mi faro, por ser lo más cliché del mundo... Eres todo aquello que anhelé desde el principio de los tiempos, desde que empecé a comprender mínimamente cómo funcionaba el mundo, desde que comencé a sentir y supe qué era el amor o al menos en gran parte; nadie lo sabe con certeza, pero definitivamente tú y yo lo sabemos
-¿Por qué?
Porque lo hemos creado.

Entrando más en calma, mi cuerpo empieza a pedirme canalizar todas mis energías, decidí decírtelo resumidamente, despedirme como se debe de mi amado numen y como solemos hacerlo siempre cuando ya todo está en silencio y oscuro, así mismo es como he ido a mi ahora lugar sagrado de todos los profundos recuerdos. Todo está bien, en calma.

Mi amor, he navegado en llanto. Es una de las veces que más he experimentado este sentimiento tan genuino, diría que la más por excelencia, pero mejor no subestimar al amor o más bien a todo esto, que es más que amor. Es tan liberador a la par que doloroso y espléndido, la catarsis tiene que ser un concepto más que obsoleto al lado de esto, el deseo de que prevalezcamos hacia lo más brillante de nuestro mundo me da vida y estoy segura que alientaría a poblaciones enteras y curaría más de una barbarie en este planeta. Tus palabras, siempre tan perfectas, a veces un poco cargadas de inocencia, que aunque no sepan con exactitud lo que me suceda en determinado momento o no entren mucho en detalle, siempre saben qué expresarme y decirme cómo puedo enfrentarme al mundo de la mejor manera y sentirme más que bien, de un ser ocupado, que quiere todo, lo desea todo a su paso, pero sobre todo, el bien de los que ama prevalece sobre cualquier otro ideal.

Me abrazabas y lo haces, ahora mismo realmente lo haces, en todo momento, así sea desde tu ser subconsciente o aquel Juan al que tanto le hablas. Ten por seguro que es realmente precioso. Gracias por ello, gracias por tus primeros besos y también primeras lágrimas, por el tiempo, por absolutamente todo lo que tu corazón ha deseado. Sonrisas y amor infinito

SIGNOS DE ALEGRÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora