Parte Única

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☆~☆~☆~☆~☆~☆~☆~☆~☆~☆~☆~☆

"Stuck in the same routine
Living an empty dream
When am I gonna wake up?
Thought we had it right
Now it's an endless night
Where is it gonna take us?

Realizing, everything I love is slowly killing me

I know I know
We're taking off together
Even though we always crash and burn
Tonight you and I will fall from the sky
Drag me all the way to hell
'Cause I'm never gonna let it go
I'm never gonna let it go"

'Taking Off'_One Ok Rock.

*
*
*

Wei Wuxian toma de las manos de Jiang Cheng a Suibian.

El peso es extraño en sus manos, casi incorrecto, se da cuenta, porque ahora el hierro con el que fue forjada es más pesado y la corriente vivaz de energía que le atravesaba el cuerpo al tenerle cerca, se ha apagado.

No lo demuestra, por supuesto. Una sonrisa se posa en sus labios sin llegar por completo a sus ojos, como hace mucho no logra, pero que es suficiente para Jiang Cheng. Wei Wuxian sabe que no le prestará tanta atención como los primeros días de su regreso. No porque su amigo no quiera, sino por las circunstancias.

En otra época, Jiang Cheng dudaría de sus gestos; en donde una simple mirada sería suficiente para notar que se sentía mal o si algo no iba bien. Pero ahora todo ha cambiado. Ya no son niños, ya no más. Ahora son adultos que necesitan restaurar su hogar y ayudar a que la paz regrese para que nadie más lo pierda todo, así como ellos lo hicieron.

Es mejor así. Porque, realmente, Wei Wuxian no cree ser capaz de, alguna vez en su vida, decirle la verdad. Espera que jamás lo sepa, que nunca se entere, ni de sus labios ni de terceros.

Pero hay una mirada que no puede evadir, nunca lo hizo, mucho menos ahora. Jiang YanLi, su shijie, su amada hermana, lo siente. Siente que hay algo mal con él, pero no sabe qué es exactamente.

Ella ya le ha preguntado por el cultivo demoniaco, sobre lo qué es y lo qué puede causar en general. Y él le habla un poco, intenta explicarse y toda esta situación sin comprometer nada, pero es incómodo. Duele. Porque Wei Wuxian soportaría todo, menos el odio y rechazo de quienes considera su familia. No podría.

Cuándo él está respondiendo a las dudas, su shijie niega y cambia la pregunta. A ella no le interesan esos detalles, él nota, porque pregunta sobre lo que este nuevo poder puede causar en él específicamente, no en los demás, y Wei Ying siente su pecho llenarse de un sentimiento cálido, las lágrimas cristalizando sus ojos, y la sonrisa tensa en sus labios más relajada y verdadera que las otras tantas que ha dado a lo largo de esos meses.

Aun así, con el tiempo, Wei Ying sospecha que su shijie sabe más de lo que él banalmente le ha dicho, o al menos lo supone por la forma en que sus ojos se muestran preocupados cada vez que regresa de las misiones y le recorren todo el cuerpo buscando heridas para sanarlas de inmediato.

Jiang YanLi, a pesar de saber del poder destructivo que ahora reside en él y de las atrocidades que ha hecho en el campo de batalla, está ahí, sonriéndole, tendiéndole un cuenco con sopa de raíces de loto y costillas de cerdo, sin miedo, sólo con el amor y cariño más grande que Wei Wuxian ha visto y que es suficiente para creer que la astilla de miedo que se instala en su corazón es un mero invento de su imaginación.

Ella está allí, únicamente preocupada por ambos, por él y Jiang Cheng, porque regresen a salvo a las tiendas de campaña de nuevo y poder tenerlos en sus brazos un momento más. Aún si también espera al pavo real, Wei Wuxian ignora eso, mientras su shijie sea feliz, él no se interpondrá en nada.

Taking OffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora