¿Por qué Anfioxa?

Transición.

Si uno profundizara lo suficiente en el término, es decir, indagara un poco mas allá de una búsqueda rápida y casual en Google para despistar a aquellos intelectualoides y suspirar de alivio frente al consuelo de pertenecer, se daría cuenta que los Cefalocordados, (también llamados anfioxos o acranios) son un tipo particular de animal, que existió y existe aún hoy. Mayormente marinos, pequeños, presentan una estructura denominada notocorda en su lado dorsal orientada longitudinalmente. Dorsal a esta misma estructura, se haya un tubo nervioso hueco. Ambas características fundamentales de los cordados, entre otras, claro.

Lo interesante de esto, más allá de sus particularidades anatómicas, es que durante mucho tiempo los anfioxos se pensaban como el nexo evolutivo entre los Cordados inferiores, como las salpas, y los Cordados superiores, los vertebrados. Dada la similitud morfológica que presentan y las claridad con que lo hacen.

Tal es así, que me encuentro como individuo transicional en una serie de aspectos fundamentales en la sociedad de hoy. La mujer en transición, diría Judith Butler. Y es que me refiero a la transición de tantos aspectos que me es difícil enumerarlos en un escrito que pretende resumir la ventisca de conceptos e ideas que pretendo encausar con este proyecto.

Cuando hablo de transición me refiero por un lado al camino niña-mujer. Como si el haber nacido hembra y haberme decidido mujer a los 19 años desembocara inevitablemente en la metamorfosis brutal que implica habitar una mujer. Pero ¿qué significa habitar una mujer? Políticamente, humanamente. Y es que habitar una mujer, en los tiempos que corren es, en esencia, redefinirla desde la base. Es haberse enfrentado a un ideal o una serie de construcciones (o instrucciones) sobre cómo ser, que hacer, como pensar y a donde ir, respecto de una mujer. Pero ¿Que queda detrás, cuando derribás con una ola potentísima ese constructo que se nutría de pisotearnos las cabezas? ¿Quienes somos? ¿Qué singifica hoy día "La Mujer"? ¿Quiénes queremos ser y como nos construimos en el día a día? Redefinirse mujer es también redefinir el amor que nos ha maniatado durante siglos. Tomarlo con las manos y moldearlo a base de chascos solo con el propósito de hacerlo mejor y que aquellas, aquelles, que vengan no lo vean como el yugo social que siempre fue.

Aún si existen características similares entre lo que fue, lo que es y lo que será, siempre se podrá diferenciar casi taxonómicamente, cada época. E interpretarse como la sumatoria de eventos cuyo resultado es la dirección de un proceso que llevó años.

Cuando hablo de modelo y nexo evolutivo digo también que espero sinceramente que una vez erradicados estos males de nuestro ambiente, nosotras, las mujeres de la transición, seamos recordadas como unas de nuestra especie. Como las que iniciaron todo, aquellas trabajadoras de la primera ola. Únicas en su especie, pero vinculadas inequívocamente en el tiempo hasta nosotras, a través de mensajes heredables en un código particular. Su ideas, eternas e inalterables transcendieron la mortalidad de la carne y siembran en nosotras, mujeres de hoy, los sueños y deseos de un mundo mejor, más justo, menos doloroso. Por eso la ola impulsada por miles de millones de mujeres y disidencias en el mundo seguirá navegando y llevándose con ella, lo que sea que se interponga en su camino.